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Narrador omnisciente:

05 de junio 1997...

Draco no podía contener las lágrimas que bajaban por su mejilla. Había pensado que este día, el cuál era su cumpleaños, no iba a hacer nada más que aburrido. Pero esto arreglaba todo y lo volvía feliz.

— Feliz cumpleaños, príncipe mío — dijo Harry y lo besó, dulcemente.

Potter le había sorprendido con un romántico desayuno, y un que otro regalo.

— Gracias por esto, Potter — dijo limpiándose los restos de pastel de su boca — realmente nunca esperé algo así...yo.. gracias.

— Haría lo que fuera por tí, mi príncipe.

— Yo he estado pensa...

Unos gritos interrumpieron a Draco, y Hermione entró a la tienda con rapidez.

— Ha.. Harry, los aurores...han venido y también muchos de...— fue interrumpida por Harry, quién sin miedo, buscó a Madame Pomfrey y con su varita encogió cada cosa que tuvieran en el lugar.

— ¡Sabemos que están ahí! — gritó Fudge — lo sabemos perfectamente y sino sale pronto, Potter. Haremos que todo el mundo vea lo que hay detrás de esta barrera.

Draco estaba con los pelos de punta y el corazón desbocado. Esta era su oportunidad de librarse de Harry, de irse a proteger a su mamá, de que su hijo tuviese una infancia sana y no con el loco de su padre.

— No hablen fuerte — susurró Harry.

Pero Draco no le hizo caso.

— ¡Ayúdennos, por favor, señor ministro, ayúdennos! — exclamó en voz alta y Harry lo intentó callar — ¡Por favor! ¡Ayúdennos!

Narcissa quisó ir a salvar a su hijo, pero, fue detenida por Remus y Sirius. Ésta sin reparo alguno dijo que quería matar a Harry a lo que Sirius preguntó:

— ¿Olvidas qué ese es a mi ahijado a quién quieres matar, Narcissa?

— ¡¿Y tú olvidas qué es a mi hijo a quién tú ahijado quiere volver loco y a quién le a hecho daño?! — contraatacó ella y lo miró fijamente a los ojos — ¡Es mi hijo, Sirius! ¡Y yo por mi hijo hago lo que sea, vete a la mierda si quieres!

— ¡MAMÁ, POR FAVOR AYÚDAME! — gritaba Draco, haciendo que muchos, entre ellos: Blaise, Narcissa, Pansy, Theo e incluso; Ron y Cho Chang, se sintieran enloquecidos.

Dumbledore entonces con un contra hechizo quitó la especie de barrera que Harry había puesto. Todos pudieron ver como Draco lloraba, Hermione igual, Madame Pomfrey lucia perdida y Harry los miraba con odio.

— Entrégate, Potter — demandó Fudge.

— Nunca — sentenció Harry, y los trasladó.

Los gemidos de dolor, y los duros golpes del cinturón se escuchaban desde el lugar donde Hermione yacía sentada tratando de amortiguar el ruido con sus manos

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Los gemidos de dolor, y los duros golpes del cinturón se escuchaban desde el lugar donde Hermione yacía sentada tratando de amortiguar el ruido con sus manos.

— ¡ERES UN MALNACIDO! ¡TE DIJE QUE NO HABLARAS Y ES LO PRIMERO QUE HACES! ¡PERO TE DARÉ LO QUE QUIERES, DRACO! ¡DEJARÉ DE TRATARTE COMO UN PUTO PRÍNCIPE! — gritaba Potter y los sonidos del cinturón no cesaban.

—…ya..ya déjame...po..por favor... Harry — lloraba el rubio, tratando de proteger su vientre —…y..ya, no..nos duele...por favor.

Harry paró, si, pero lo tomó del cuello y comenzó a ahorcarlo. El rostro de Draco lucia pálido y el aire poco a poco se le iba; pero en ese momento, Harry apartó sus manos de su cuello.

— Espero y con este castigo aprendas quién es el que manda, y olvídate de ser tratado como príncipe o tener tantos privilegios. Eso no pasará; mi amorcito...

Espejo D' Oesed  |  Harco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora