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Pov Harry:

Si soy un maldito hijo de perra como dicen muchos, por no decir Parkinson, Zabini y Ron, pues ahora les demostraré que lo soy y muchísimo más de lo que ellos piensan.

El absurdo plan de Draco era fácil de descubrir, más si tengo una capa de invisibilidad la cuál siempre utilizo para verlo dormir, bañarse, estudiar, reír, leer, comer y muchas cosas más.

Es por eso que había escuchado decir a un alumno de Ravenclaw decir algo sobre magos fértiles y como saber si había uno en Hogwarts. Uno de sus amigos le dijo que Draco era uno por sus caderas anchas y los rasgos suaves y delicados que tenía.

Y pensé que era mentira.

Mi Draco no necesitaba ser un mago fértil, no necesitaba tener rasgos delicados. Porque él ya era perfecto tal y como era.

Pero, algo llamó mi atención y quise intentarlo, por más que fuera mago fértil, Draco podía usas tan famosas pastillas anticonceptivas que usaban las mujeres en el mundo muggle. Fue por eso, que con una poción que encontré en la habitación de Snape, empecé a dársela de tomar sin que él supiera algo. Sólo le decía "es para que no te duela mientras esté dentro tuyo." Y ya con eso caía. Me encargué de desaparecer cada una de las pastillas esas y aquí estamos.

Mi plan resultó más efectivo que el de él junto a Parkinson y Zabini. Estaba esperando mi primer hijo, con el chico que amo, con mi príncipe.

— Madame Pomfrey, dígame que es mentira — rogó mi rubio, sus ojos soltaban lágrimas, las cuales yo secaba — yo..yo no puedo estar embarazado, mi padre me matará. Mi padre me matará...me matará.

— Señor Malfoy, tranquilícese, o sino le puede hacer daño al bebé que ahora lleva en su vientre — dijo Madame Pomfrey y le dió una poción para los nervios — quiero hablar con usted, señor Potter.

Alejándonos hasta su oficina, nos pusimos a conversar.

— Mire, Madame...yo quiero que Draco tenga a ese bebé, ese bebé es MI hijo — le dije, sin rodeos y bastante claro.

— Señor Potter, me sorprende su actitud conmigo, pero déjeme decirle, que quién decide sobre eso es el señor Malfoy — mi furia se desató y la apunté con mi varita —…¡Harry!

Gritó cuando lancé un imperio. Nadie me quitaría a Draco de mi lado, iría hasta el fin del mundo con tal y no separarme de él.

— Madame Pomfrey, usted será la medimaga encargada de todo lo del embarazo de mi novio, no quiero nada de quejas de su parte y mucho menos quiero que difunda lo de su embarazo — le indiqué.

Ella asintió y salí de su oficina, volví donde estaba Draco y éste ahora estaba dormido.

Era tan perfecto..tan bello...

— Es que nunca nadie me separará de tí, amor — dije — sólo la muerte y es muy probable que yo se la provoque a todos menos a nosotros; porque ahora seremos una familia....

Espejo D' Oesed  |  Harco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora