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Mientras las horas de clase avanzaban, Brian se encontraba más distraído que nunca. Sus pensamientos no podían dejar de volver a Rosie, recordando su sonrisa, su voz tranquilizadora y cómo se sentía cuando estaba cerca de ella. Cada vez que el profesor hacía una pregunta, Brian se encontraba perdido en su mundo, respondiendo erróneamente y ganándose miradas de confusión de sus compañeros de clase y de impaciencia del profesor.

Devon, por otro lado, apenas podía contener su enojo. Observaba a Brian con creciente irritación, su furia aumentando con cada minuto que pasaba. Decidido a descubrir la verdad, Devon planeó su próxima acción meticulosamente. Necesitaba pruebas, algo concreto que le permitiera desenmascarar a Rosie.

Al final de clases, Rosie caminaba junto con John y Freddie, compartiendo los eventos del día y riéndose de algunos incidentes que habían sucedido.

El timbre de salida resonó en los pasillos, y en ese momento, Brian salió disparado de su aula, buscando ansiosamente a Rosie. Devon lo siguió discretamente, asegurándose de mantenerse a una distancia prudente para no ser descubierto. Cuando Brian se encontró con Rosie y sus amigos, Devon se ocultó detrás de una columna, observando cada uno de sus movimientos.

—Rosie, ¿te gustaría que te acompañara a casa? —le preguntó, sus ojos brillando con anticipación.

Rosie se sintió halagada pero también recordó el complicado detalle de su doble identidad. No podían ir a la casa de Roger, así que rápidamente pensó en una alternativa.

—Me encantaría, Brian, pero en realidad, ¿podríamos ir a tu casa en su lugar? Necesito recoger algunas cosas y, bueno, creo que será más conveniente —dijo, tratando de sonar natural.

Brian asintió sin dudarlo.

—Claro, no hay problema. Vamos a mi casa entonces—respondió con entusiasmo—,¿Qué te parece si pasamos a la biblioteca?—

—Me parece buena idea, vamos —sonrió Rosie con un ligero sonrojo.

Mientras se despedían, Brian y Rosie comenzaron a caminar juntos hacia la biblioteca. Devon los siguió, decidido a encontrar el momento perfecto para actuar.

Mientras se dirigían hacia la salida, Freddie y John se quedaron charlando unos momentos más, hasta que Verónica se acercó y le pidió a John que la acompañara a su casa, mencionando que tenía algo importante que decirle. John aceptó, despidiéndose de Freddie, quien suspiró pesadamente al quedarse solo.

Freddie se dispuso a caminar hacia su casa cuando sintió una mano sobre su hombro. Al voltear, se encontró con Jim, quien le sonreía amablemente.

—¿Te importaría si te acompaño a casa, Freddie? —preguntó Jim, con una expresión sincera.

Freddie se sorprendió, pero sintió un extraño alivio ante la propuesta.

—Claro, eh...Jim. Me encantaría tener compañía —respondió, sonriendo.

Mientras caminaban, Freddie y Jim comenzaron a hablar sobre sus clases, sus intereses y poco a poco, Freddie se sintió más cómodo y relajado. Jim tenía una manera de hacer que las personas se sintieran escuchadas y comprendidas, lo cual Freddie apreciaba mucho en ese momento.

Brian y Rosie,por otro lado ya estaban en la biblioteca.

Dentro de la biblioteca, Brian y Rosie encontraron un rincón tranquilo para estudiar. Brian no podía evitar mirarla de reojo, admirando lo hermosa que se veía incluso mientras leía un libro de texto. Rosie, por su parte, hacía su mejor esfuerzo para concentrarse en el libro que había tomado, aunque también sentía las miradas furtivas de Brian.

"Pero eres hombre" -(maylor)-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora