𝘌𝘭 𝘋𝘰𝘭𝘰𝘳 𝘕𝘰𝘴 𝘜𝘯𝘪ó/ [𝘙𝘢𝘦𝘥𝘢] 𝘛𝘩𝘦 𝘖𝘸𝘭 𝘏𝘰𝘶𝘴𝘦

#22

En el cuarto de aquella casa estaba Raine siendo atendide por Darius, limpiando y desinfectando el golpe en la cabeza y alguno que otro raspón que se hubiese echo, Raine lo veía con desprecio y claro, Darius lo notó.

—Deja de verme así, ¿Quieres?— Raine desvío la mirada —¿Que esperabas que hiciera? ¡La querías matar!— Darius negó varias veces repitiendo "no" —Ella se estaba metiendo en asuntos que no le correspondían, y tú quisiste lastimarme a mí, estabas perdiendo la cordura—.

—Miren quien habla de perder la cordura—

—Deja de quejarte, aún la llevé al hospital, ¿de acuerdo?, estará bien, les dejé el número de los demás, ellos vendrán y se encargaran—

—¡Ese no es el problema!—

—¿Entonces?— Raine se alejó —Hiciste todo esto para que ella no dijera que estaba aquí... Prácticamente estoy secuestrade—

—Estás aquí por qué quieres, ¿Lo olvidas?
—Yo no quiero estar aquí, estoy por qué dijiste que matarías a mis padres y... —se quedó callade recordándo —Eda..— Darius alzó una ceja —Puede ser, además, trata de ver lo que pasó con Odalia como una prueba de lo que pasaría si no me obedeces… ¿De acuerdo?— Darius ya no le dejó contestar —Por cierto, voy por unas cosas importantes, hablé con mi amigo, mañana sera nuestra boda, nos estarán esperando en el registro civil a las diez— Raine abrió los ojos asustade —Ya sabes cómo portarte— Y sin más se fué cerrando como siempre la puerta de la casa por fuera con llave.

Raine se sintió abatide, bajó la cabeza sentándose en el sofá para finalmente terminar llorando, ya no quedaba tiempo, y estaba a horas de terminar casade con alguien que no amaba, estaba por condenar su vida por completo. Pensaba que podía hacer, escapar era casi imposible, nadie le ayudaria, quizá podía pensar en la muerte.

Sus pensamientos se inundaron en el recuerdo de Eda, como ya era muy costumbre, pero está vez aferrade a los días en los cuales eran les dos y nadie más, a cuántas veces planearon casarse, solo estaban esperando el momento, y Raine recordó aquel anillo que dejó en su casa, tenía pensado volver junto a ella y pedirle matrimonio, sabía que ella, que solo ella sería la dueña de su corazón, deseaba tanto escapar y correr, correr sin detenerse y buscarla. Abrazó su almohada sintiendo su corazón echo pedazos, lloró tanto hasta sentir que su cabeza estallaba, no sabía que hacer ni como enfrentar lo que estaba a punto de pasar.

Pero entre tanto dolor y lágrimas se quedó dormide, en sus sueños logró verla. La abrazó... Y ella le consoló diciendo que todo estaba bien, y que el dolor se iría, que esto terminaría.

....

En el hospital había llegado un grupo de jóvenes muy preocupados, pues recibieron la llamada sobre que una de sus amigas estaba muy grave, si, Odalia.

—Buenas noches... Nosotros, somos los amigos de Odali- —La mujer que estaba en la recepción habló interrumpiendo —Ya lo imaginaba, el muchacho que vino a dejarla aquí dijo que serían un grupo de jóvenes, y desde que entraron lo supuse, por lo que tengo entendido, ella fué golpeaba salvajemente por alguien que quería asaltarla, algo más o menos así, el hombre vino a dejarla, le pedimos que se quedara para unas preguntas pero cuando lo buscamos se había ido— Lilith estaba confundida —Es que es extraño, ella desapareció hace unos días, tratamos de contactarla pero... Fué imposible, ¿Pudo ver usted quien era el hombre?

La mujer tomó unos papeles —Pues, el hombre era alto, de complexión ancha, moreno, aquí dejó sus datos— Lilith tomó el papel leyendo sin reconocer el nombre, más la descripción le hizo dudar. —¿Pero ella ya está bien?.

—Afortunadamente, si.
—¿Podemos ir a verla?.
—Claro, pero solo pueden ingresar dos personas a la vez.

Lilith caminó hasta donde el resto del grupo se quedó —Ella ya está bien, dicen que alguien vino a dejarla y.. no habló más de nada, simplemente se fué— Eda se mordió el labio nerviosa —¿Nada más? Osea que es un misterio... Odalia está mal y nosotros no sabemos ni quién fue..—