Pioris, Clínica Reina Isabella, 6 de la mañana.
Empezando el día, Luna se levanta como todas las mañanas, toma su café y se viste, -"Hoy va a ser un gran día."- Mirándose al espejo de su baño, con una sonrisa de oreja a oreja -"A quien engaño.."- La hermosa sonrisa se desvanece al instante, con una ropa muy elegante, sale de su dormitorio y baja al piso, que estaba lleno de pacientes, entre ellos un señor mayor al que le faltaba un brazo.
-"Esos Lobos me mordieron y me tuvieron que apuntar el brazo! Pero eh oído que usted es la mejor médica! Y no cobra."- Dijo el Anciano, pícaro.
La Doctora Luna D. Martin no pareció darle importancia -"Brazo prostetico supongo.."- Dijo desmotivada.
El paciente asintiendo, la doctora se levanta y hace su trabajo, sin importarle la anestesia. -"Esto duele! Maldita perra! Deja de hacerme daño y dame anestesia!"- Dijo el viejo, alterado y lleno de dolor en su muñón que ahora tenía instalado el brazo prostetico.
Luna: Deja de llorar y largo.. -Echando al anciano casi a patadas, vio la fila y suspiro.
"Siguiente.."
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La Ciudad del Vapor
FantastikArtorias, conocido como El Caminante del Abismo, antes de volverse uno de los 4 caballeros de El Señor Gwyn, viajo por el mundo en busca de un descanso, algo que el no logrará.