---BLAIR---
Estaba sentada frente a James en nuestro café favorito, ese lugar donde solíamos pasar horas hablando de todo y nada. Hoy era diferente. Había elegido cuidadosamente el vestido que él me había regalado meses atrás, un elegante diseño azul que resaltaba mis ojos y me hacía sentir especial. Me preguntaba si él notaría el gesto, si lo recordaría. Habíamos quedado para hablar sobre algunos aspectos de la boda, algo que no me emocionaba para nada pero al menos podía estar cerca de él.
—Blair, te ves increíble. ¿El vestido es nuevo? —comentó, rompiendo el silencio y mi corazón al mismo tiempo. Mientras me ofrecía una sonrisa que parecía nostálgica.
—Gracias, James. No, ya lo tenía —respondí, sintiendo un leve dolor en el pecho.
Desayunábamos en una mesa junto a la ventana, la luz del sol de la mañana iluminaba nuestros rostros. James sacó una carpeta de su maletín y la colocó en la mesa frente a mí.
—Aquí tienes —dijo, empujando la carpeta hacia mí—. Es la lista de especificaciones para los arreglos, la música, la comida, los colores y la lista de invitados. Camille y yo hemos discutido cada detalle, pero confiamos en tu juicio para hacer que todo sea perfecto.
Abrí la carpeta y comencé a leer. Había anotaciones meticulosas sobre cada aspecto de la boda. La música clásica para la ceremonia, una banda de jazz para la recepción, y un menú que incluía todos los platillos favoritos de James.
—Parece que tienes todo muy bien planeado —comenté, tratando de sonar entusiasta.
—Camille es muy detallista —dijo James, con un tono de admiración —. Y ella estará aterrizando en dos horas. Hemos organizado una cena para que ella y Elion se conozcan esta noche. Me preguntaba si podrías acompañarnos.
Sentí un nudo en el estómago. La idea de ver a Camille y Elion juntos no era precisamente algo que esperaba con ansias. Sin embargo, algo en la forma en que James me miraba me hizo reconsiderarlo. Había una familiaridad en su mirada, una chispa del hombre del que me había enamorado.
—No estoy segura, James —respondí, mordiendo mi labio inferior—. No quiero ser una molestia.
—No lo serás —insistió—. De hecho, Camille quiere conocerte. Sabe que eres una parte importante de mi vida y de esta boda.
Suspiré y asentí lentamente. Sabía que aceptar la invitación me pondría en una posición incómoda, pero también me daba una oportunidad de conocer a Camille, la mujer que me había robado el corazón de James.
—Está bien, iré —dije finalmente, forzando una sonrisa—. Pero solo si me prometes que no habrá ninguna charla incómoda sobre el pasado.
James sonrió, una sonrisa que conocía tan bien.
—Prometido —respondió—. Gracias, Blair. Esto significa mucho para mí.
Mientras terminábamos nuestro desayuno, noté que James aún tenía esa habilidad de hacerme sentir especial. A pesar de todo lo que había sucedido, parte de mí seguía deseando que las cosas pudieran haber sido diferentes.
Cuando nos levantamos para irnos, James me abrazó brevemente. Su toque aún tenía el poder de hacerme temblar.
—Nos vemos esta noche entonces —dije, tratando de mantener mi voz firme.
—Sí, nos vemos —respondió, con una sonrisa que no alcanzó a sus ojos.
Salimos juntos de la cafetería y lo vi subirse a su auto, mismo que reflejaba el creciente éxito que estaba teniendo en su vida. Sabía que se había esforzado por hacer crecer su pequeña compañía, empezando desde abajo y yo había visto de primera fila todo lo que estaba logrando.
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Corazones y Castillos: Dejando ir al amor de mi vida
Roman d'amourBlair nunca imaginó que su vida daría un vuelco cuando James, el amor de su vida, regresó de un viaje de negocios con una noticia devastadora: estaba comprometido con otra mujer. Para colmo, había elegido el castillo de la familia de Blair como el e...