---ELION---
Mientras repasaba los últimos detalles del caso con mi cliente, mi mente estaba completamente enfocada en los documentos frente a mí. Sabía que el juicio que se avecinaba era crucial, no solo para él, sino también para mi carrera. Cada palabra, cada argumento tenía que ser perfecto. Sin embargo, no podía evitar una ligera distracción en el fondo de mi mente: Blair. La idea de que no había respondido mi último mensaje se deslizó por mi conciencia, pero decidí apartarla rápidamente. Este no era el momento para perder el enfoque.
Mi cliente, un hombre de negocios con años de experiencia, me miraba con una mezcla de ansiedad y esperanza. Sabía lo que estaba en juego para él, y eso me impulsaba a mantener la concentración.
—¿Todo está en orden, señor Vanderbilt? —La voz de mi cliente sonaba tensa, como si esperara algún error que pudiera desmoronar su confianza—. ¿Cree que estamos listos para enfrentar a la otra parte?
Asentí, con seguridad en mis palabras.
—Hemos cubierto todos los puntos importantes. El caso está bien preparado, y tengo plena confianza en que saldremos victoriosos. Solo necesitamos asegurarnos de que todo lo que discutimos hoy esté claro y que no quede ninguna duda para el día del juicio.
Él asintió, relajándose un poco en su silla.
—Confío en usted, Vanderbilt. Si hay alguien que puede manejar esto, es usted.
Le dediqué una pequeña sonrisa, no estaba acostumbrado a que me llamaran por el apellido de mi padre, pero descubrí que no me incomodaba. Este caso era grande, y aunque estaba acostumbrado a manejar situaciones complicadas, nunca subestimaba la importancia de la preparación.
Terminamos la reunión repasando algunos detalles finales y asegurándonos de que todos los documentos estuvieran en orden. A medida que nos acercábamos al cierre, sentí que la tensión comenzaba a disiparse. Habíamos hecho un buen trabajo, y estaba seguro de que el esfuerzo daría sus frutos en unos días.
Cuando mi cliente finalmente se fue, dejándome solo en la sala de conferencias, me permití un respiro. La reunión había sido larga y agotadora, pero satisfactoria. Miré mi teléfono de reojo, esperando ver una respuesta de Blair, pero la pantalla permanecía en silencio. Un pequeño nudo de preocupación intentó formarse en mi estómago, pero lo deseché casi de inmediato. Sabía que Blair tenía una mañana ocupada, especialmente después de todo lo que había pasado en las últimas 24 horas.
"Seguro que me responderá cuando tenga un momento", pensé mientras recogía mis papeles y los guardaba en mi maletín.
Decidí que lo mejor era no obsesionarme con eso. Blair tenía su vida, y yo tenía la mía. No quería parecer impaciente o molesto, especialmente después del gesto que había tenido al enviarle los estilistas. Con una última mirada a mi teléfono, lo guardé en el bolsillo interior de mi saco y me dispuse a salir del despacho.
Mientras caminaba hacia el ascensor, pensé en cómo había fluido todo en la reunión. Las dudas que había tenido sobre ciertos puntos del caso se habían disipado, y me sentía seguro de que estábamos en el camino correcto. Este era el tipo de trabajo que me apasionaba, el que hacía que todas las horas de preparación valieran la pena.
.
De camino a casa, la ciudad brillaba con la luz del día todavía, y el tráfico comenzaba a aumentar. Me sentía bien, a pesar de la carga de trabajo, y sabía que aún tenía algunas cosas que hacer antes de cerrar el día.
Al llegar a mi apartamento, me dirigí directamente a la cocina y me serví un vaso de agua. Mientras tomaba un sorbo, recordé que debía hacer una llamada importante. Marqué rápidamente el número de Sofía, esperando escuchar su voz al otro lado.
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Corazones y Castillos: Dejando ir al amor de mi vida
RomanceBlair nunca imaginó que su vida daría un vuelco cuando James, el amor de su vida, regresó de un viaje de negocios con una noticia devastadora: estaba comprometido con otra mujer. Para colmo, había elegido el castillo de la familia de Blair como el e...