Tras algunas horas en las que me practicaron toda clase de exámenes médicos, el doctor a cargo de mi caso decide darme el alta. Pese a sus grandes esfuerzos, no encontró ningún problema fisiológico en mí. Por esa razón, atribuyó mis síntomas a algún detonante psicológico. Según nos comentó, lo que sufrí podría deberse a un exceso de estrés. Dicha noticia tranquilizó un poco a Annette, pero el hecho de saber que no estoy del todo bien aún la inquieta. Quisiera contarle la verdadera razón detrás de mi angustia, pero todavía no estoy lista para hacerlo.
La única excusa más o menos creíble que se me ocurrió para explicarle a Annette mi ataque de ansiedad fue el cercano regreso a clases. Le dije que estaba nerviosa ante la idea de volver a la escuela. Esa afirmación, al menos en cierta forma, es verdadera. Todavía no sé cómo voy a enfrentarme a tantas personas y situaciones desconocidas. Habrá mucha información nueva por procesar. Se supone que ellos sí me conocen de cerca o, al menos, creen hacerlo. El problema es que no soy la Olivia que estuvo con ellos hasta hace poco. Llenar los zapatos de una chica cuya vida solo me ha llegado a través de fragmentos será una tarea muy dura.
Una vez que llegamos a casa, la señora insistió en que siguiera descansando o que al menos hiciera algo relajante. Julie propuso que viéramos una película. Así yo podría reposar y ambas estaríamos entretenidas con algo ligero. Acepté para no ser grosera, pero no creo ser capaz de concentrarme en nada por ahora. No dejo de pensar en lo que sentí cuando me tocaron la mano. Tampoco puedo olvidarme del chico misterioso y de su puño brillante. Aunque todavía no entiendo bien cómo puede estar relacionado, creo que él tuvo algo que ver con ambos incidentes.
¿Será posible que ese muchacho me haya tocado así a propósito? ¿Qué intentaba hacer? ¿Quería atacarme? ¿Sabrá quién soy en realidad? ¿Fue ese acto una advertencia? ¿Por qué resplandecía su puño en vez de su vientre? ¡Ay! ¡Tengo demasiadas preguntas! Mi cabeza está hecha un desastre, pero procuro mostrarme tranquila. No quiero seguir causando preocupaciones ajenas.
Luego de ponerme ropa más cómoda para pasar la tarde, me tumbo sobre la cama con un par de almohadas debajo de la espalda. Julie se acomoda a mi lado en la misma posición. Usando el control remoto, empieza a navegar por todo el catálogo de películas de Netflix. Hay tantas opciones disponibles allí que me mareo de solo ver la lista de títulos.
—Hoy me gustaría ver alguna de las películas basadas en novelas de Wattpad. Tenemos para elegir entre «A través de mi ventana», «Culpa mía», «El stand de los besos» o «El fabricante de lágrimas». Mira, te voy a mostrar las sinopsis.
—De acuerdo.
¿Wattpad? Tengo la vaga idea de que vi ese nombre en mi teléfono, pero no estoy segura. Tampoco conozco las novelas que ella mencionó, así que tengo tarea para más tarde. Por ahora, me voy a enfocar en prestarle atención a mi amiga. Ella despliega los resúmenes de cada historia y me da un momento para que los lea. Por lo que se ve, es muy aficionada a las películas románticas juveniles. No es que yo las deteste, pero, para ser honesta, es mi género menos favorito.
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Segadora de recuerdos y sombras
FantasyOlivia Duncan nunca le ha temido a la muerte, sino a las despiadadas criaturas que nacen y se alimentan de ella para desestabilizar dimensiones. Cuando una vida es arrebatada en contra de la voluntad de su dueño, esa alma puede convertirse en un Dák...