Sinful passion ⏐Chanjin✦

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[lo personajes son los mismos que en las otras historias, solo Chan y Changbin se intercambiarán de lugar siendo entonces Changbin y Felix los personajes que estaban en Dark Melody.]

Chan

—¿Estás listo? Tenemos que escabullirnos en una boda —dije, sonriendo abiertamente. La emoción chisporroteaba bajo mi piel, un fuego
bajo que ardía cada vez más a medida que me acercaba a mi objetivo.

Jungsu suspiró, revisando su arma y metiéndola de nuevo en su funda.

—Tan listo como lo estaré alguna vez para esta locura.

—La genialidad y la locura son a menudo intercambiables. Ambos han alimentado los mayores eventos en la historia humana.

—Creo que me molestas más cuando suenas como Changbin con tu propia locura patentada —dijo Jungsu—. No puedo creer que esté a solo unos kilómetros de mi padre y no puedo hacerlo pedazos.

—Lo harás. Mi plan te lo traerá al final.

—No me gusta la parte de "al final". Tengo el presentimiento de que este plan va más allá de matar a mi padre y castigar a la Organización.

Me recosté contra el asiento del auto.

—¿Y entonces de qué iría?

Jungsu se encontró con mi mirada.

—De ti consiguiendo poner las manos en el sobrino de Yoongi por cualquier razón demente que tengas.

Mi boca se detuvo en una sonrisa oscura.

—Sabes exactamente por qué lo quiero.

Jungsu se recostó en su asiento, con expresión tensa.

—No creo que ni siquiera tú sepas exactamente por qué lo quieres. Pero sí sé que el chico pagará por algo de lo que no es responsable.

—Es parte de nuestro mundo. Nacido y criado para dar hijos de más bastardos de la Organización. Nacido y criado para obedecer como una oveja descerebrada. Fue educado para seguir a su pastor sin dudarlo. Solo lo
guio hacia una manada de lobos. Ese es el error de los pastores, y por eso será destrozado.

Jungsu negó con la cabeza.

—Mierda, Chan. Eres un maldito loco.

Envolví mis dedos alrededor de su antebrazo, sobre su tatuaje de la Camorra: el ojo y la espada.

—Eres uno de nosotros. Sangramos y morimos juntos. Mutilamos y matamos juntos. No olvides tu juramento.

—No lo haré —dijo simplemente.

Lo solté entonces. Mis ojos moviéndose al frente del hotel donde los padres de Hyunjin, Nayeon y Hwang Inyeop, acababan de salir por la puerta con un joven de cabello oscuro entre ellos. Vestida con atuendo de noche para
la boda del año, Nayeon se parecía mucho a su hermano. Alta, rubia y orgullosa. Tan jodidamente orgullosa y controlada.

—No nos llevará mucho —dije, mirando hacia la calle donde estaba el auto con mis dos soldados esperando. Jungsu puso las llaves en el encendido mientras observábamos cómo
se alejaban los Hwang.

—Su gemela estará con él —dijo—. Y luego está el guardaespaldas.

Mis ojos evaluaron a la chica de mediana edad al volante de una limusina Bentley estacionada en la entrada del hotel. Tenía un maldito
arreglo floral en el capó. Flores blancas. Quise aplastarlas debajo de mis botas.

—Me están haciendo muy fácil averiguar el auto del novio —dije con una carcajada.

—Porque no esperan un ataque. Nunca antes se ha hecho. Los funerales y las bodas son sagrados.