𝗬𝘂𝘁𝗮 𝗢𝗸𝗸𝗼𝘁𝘀𝘂.

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Us.

El sol caía por la ciudad de Tokio mientras la poca sombra que hacían los árboles de la calle eran usados para cubrirse por personas o niños, o parejas que esperaban a descansar un poco para después continuar con su rutina que habían planeado, el sol se reflejaba en las ventanas de los grandes edificios de la ciudad, el sonido del tráfico llenaba todas las calles y cualquier rincón de Tokio, los semáforos cambiando de color a verde, los cláxones de algunos conductores molestos o con prisa, todo aquello era tan cotidiano.

La cotidianidad era algo que siempre abundaba en aquella ciudad y para las personas, no era algo del otro mundo, era algo común, poco eran las personas que hacían algo más que su rutina de toda la vida, en este caso para esta chica su rutina solía cambiar de vez en cuando lo veía a él.

Justo en aquel cruce de Shibuya, donde las cuatro calles se juntaban y miles de personas se reunían, ella caminaba para cruzar a otra calle, mientras aquel chico venía en camino por la otra ruta, viéndola a ella de frente caminar hacia él.

Su corazón latió con mucha emoción cuando vio aquella chica de cabello castaño sujetado en un moño alto caminar hacia él con un lindo vestido de verano blanco y un par de zapatillas converse, mientras lo veía con una sonrisa en sus labios, aquella chica levanto su brazo derecho para saludarlo entre la multitud.

Era una sonrisa y un aura que quería proteger toda su vida, pero como dicen nada dura para siempre. En aquel momento sintió como una tercera energía aparecía en aquel centro de Shibuya, justo cuando se giró para ir corriendo hacia donde estaba, una piedra enorme o pedazo de cemento de algún edifico caía sobre la chica y aquel pelinegro despertaba de aquel sueño.

Se sentó sobre la cama soltando un grito de terror, mientras sentía como su frente sudaba y su cuerpo estaba agitado. Solía tener ese sueño o pesadilla cada vez más continua y jamás entendía por qué, miro a su lado y estaba en su habitación, su espada descansaba en su funda aun lado de la mesa de noche, se giró a su otro lado y vio aquella chica dormir plácidamente a su lado, siquiera sintió cuando el grito o se despertó de golpe.

Aquel chico se volvió a recostar sobre su cama, para pasar el brazo por la cintura de ella y abrazarla con amor, ese era su momento favorito, estar cerca de ella, y tener un momento así, en eso sintió como ella se removía en su lugar y se giraba para tenerlos de frente, abrió sus ojos y observo que los ojos de ella no tenían aquel brillo que amaba y le gustaban, eran de un color gris y mate.

— No se puede evadir el destino, Yuta. — aquello salió de la chica mientras lo miraba fijamente y acariciaba el rostro pálido del pelinegro.

— Midori... — en ese momento, aquella chica cerró nuevamente sus ojos mientras volvía a dormir placidamente como si nunca se hubiera despertado.

Aquella frase dejo a Yuta con miles de pensamientos en su cabeza, pero mientras, con su fuerza protegeria aquella chica que tenia en sus brazos y haria cualquier cosa para siempre protegerla y que este a salvo.  

[...]

un poco corto, pero espero que les guste.

jujutsu kaisen; one shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora