El pequeño barco se tambaleaba, las olas lo movían en un suave vaivén. El hombre que manejaba rumbo hacía Rocadragón remaba sin descanso.
Rhaenyra observa el basto mar con ojos perdidos.
Reencontrarse con Alicent fue algo indecoroso, estupido e imprudente.
Y aún así, siente que ese encuentro fue como un cierre, un cierre a su amistad, un cierre a cualquier negociación.
Un cierre a la posibilidad de paz.
Las palabras de la Hightower todavía resuenan por su cabeza, la hacen zambullirse en la confusión.
"Ahora ellas son mías, luchan por mi reclamo y me aceptan como su reina." Le había dicho a Alicent, esperando un enfado, una pelea, algo.
"Maelys siempre fue indomable, y Helaena siempre la siguió. Solo cuídalas, no hagas que mueran tan pronto." La serenidad en su respuesta fue como un clavo a un ataúd.
Cada vez que Alicent hablaba, ella deseaba con ansías abrir su cabeza y explorar ese mundo que ella misma creo, para entender un apice de lo que es esa mujer.
¿Cómo puede una mujer ignorar a sus hijas, pero luego preocuparse tan descaradamente?
No entiende y nunca entenderá a Alicent Hightower.
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Maelys acaricia el blanco cabello de Jaehaera, mientras le leé a los cuatro niños en la habitación.
El valyrio de Joffrey a estado un poco oxidado, Aegon y Viserys necesitan saber como suena, por eso les estuvo leyendo libros y contándole cuentos en alto valyrio.
–Al final del arcoiris, Riger pudo contemplar el escondite del místico duende, quien con uñas y dientes, custodiaba su gran tesoro.– Maelys alzo su vista al escuchar los pequeños ronquidos de Viserys. Sonriendo con cariño, arropó a los pequeños en la cama.
Jacaerys la observa desde una esquina, apoyado en la pared.
–Siempre fuiste buena con los niños, ahora que lo recuerdo.– El príncipe le sonrió suavemente.
–Cuidaba de ti y de mis hermanos. Cuando pasas tanto tiempo con Daeron aprendes una o dos cosas.– Maelys agarro a Jacaerys, ambos salieron de la habitación. La princesa asintió a los guardias.
–Escuche que fuiste a visitar a un prisionero.– Jacaerys tenía su vista al frente mientras caminaban por el pasillo.
Maelys giro su cabeza para mirarlo, con el ceño fruncido. –¿Cómo sabes eso?–
–Arryk pregunta por ti todo el tiempo, dice que lo hechizaste.– El disgusto resuena en su voz.
–Ese idiota, ¿Como se atreve a calumniar y codiciarme?– Maelys frunció los labios con repulsión.
–De todos modos, no bajes al calabozo, no es un lugar digno para una princesa.– Jacaerys fijó su mirada por unos segundos en el rostro de Maelys, antes de girar y volver sus ojos al frente.
Maelys solo bufó.
Pronto escucho los delicados pasos de Selina, quien venía corriendo.
–Princesa, príncipe.– Dijo sin aliento la rubia. –La reina esta devuelta.–
Maelys rápidamente dió la orden a Selina de guiarlos junto a Rhaenyra.
Los tres corrieron a la entrada del castillo con esmeró, y solo hasta que vieron la figura de la reina pudieron detenerse.
Jacaerys abrazó a su madre, quien también le devolvió el abrazo, apretando fuertemente el cuerpo de su hijo.
Rhaenyra entonces miro a Maelys, y con un brazo la atrajo hacia ella.
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Coronada de Secretos | Benjicot Blackwood
ФанфикPerspicaz y astuta, Maelys Targaryen huye desesperadamente del caos y la destrucción que ha sido generada en Desembarco del Rey. Junto con su hermana Helaena, ella busca refugio y protección en el bando de su hermana Rhaenyra, quien lucha por el der...