10.

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Saldrían en unas horas. Al amanecer, un ejército de Blackwoods empezaría a marchar primero hacía las tierras Bracken mientras ella se mantenía detras.

Causarían algo de bullicio para llamar la atención del enemigo y que vengan sus caballeros.

Era un plan apresurado, pero era lo mejor que tenían por el momento.

Maelys estaba un poco cansada, así que aprovecho el tiempo que faltaba para salir en la batalla, acomodándose en una silla en la esquina del salon.

Había estado volando con Vermithor sin descanso para llegar lo más rápido posible. No habia dormido en todo el día y su mente ya estaba comenzando a fatigarse.

Apoyo su cabeza en su mano y comenzo a dormitar. Podía escuchar susurros de los señores, pisadas e idas y vueltas.

Maelys se permitió esto porque sabía que la casa Blackwood era la más leal a Rhaenyra, no le harían nada a la hermana de su reina.

Siente como una manta se posa en su cuerpo, haciendo que abra los ojos y observé a Lord Benjicot dar unos pasos atrás.

–No deberías dormir en un lugar lleno de hombres, no es seguro para ninguna mujer.– Benjicot tenía un ceño fruncido, la mente adormilada de Maelys lo catálogo como adorable.

–Tengo a un Lord muy valiente que me protegería, ¿De que habría de preocuparme?– Maelys le sonrió con somnolencia, cerrando los ojos.

No notó como el rostro de Benjicot adquiría un rojo intenso en las mejillas.

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Fue despertada bruscamente por Lady Alysanne, quién sonreía de forma traviesa.

–Debemos irnos, su alteza.– Alysanne tenía una mano en sus labios, y ojos cerrados mientras le hablaba, instando a que se levante.

–Gracias, mi Lady.– Maelys salió del lugar, siendo seguida por la otra mujer. Fue en el lugar donde estaba Vermithor descansando, llamándolo para que despierte.

–Mi pobre bebé, se que estás aburrido.– Maelys acarició su hocico con ternura, Vermithor dio un pequeño rugido. –Pronto mi Furia, pronto.–

La risa ahogada se escuchó detras de ella, Maelys se giró y encontro los ojos divertidos de Lady Alysanne posados en ellos.

Maelys, con una picardía que rara vez tenía, le dijo a la mujer. –Mi señora, ¿No le gustaría subir a lomos de mi dragón? Escuche que tirar flechas desde el cielo es una experiencia gratificante.–

Alysanne se veía con ojos parpadeantes, dudosa, pero asintió con la cabeza.-Si insiste princesa.–

Maelys le ofreció una mano, que fue tomada por la otra mujer, y con cuidado la princesa subió a Alysanne en el dragón, subiéndose ella poco después.

Maelys notó como Lord Benjicot se acercaba sin miedo en donde estaban ellas.

–¿Irán las dos juntas?– Preguntó con curiosidad el chico.

–Si no es molestia mi Lord.– Benjicot negó con la cabeza.

–De ninguna manera, mi princesa, de todas formas, iba a ponerle un caballero para su protección, pero mí tía es sin duda la mejor opción.– Benjicot tenía una expresión contemplativa al decir eso. Maelys no supo que responder, así que solamente asintió.

–Saldré medía hora después de que ustedes salgan, así daré tiempo a tus soldados.– Maelys le sonrió a Benjicot, quién con un poco de anticipación en su porte, le dijo lo siguiente:

–Me gustaría saber si puedo tener su favor, mi princesa.– Las mejillas de Lord Benjicot tenían un rojo brillante, aunque la firmeza de sus ojos distraen a Maelys.

Maelys agarró su larga trenza, y de ahí saco cinta. –No llevo pañuelo, pero esperó que esto baste.– Benjicot se acercó más a Vermithor, quien exhalaba fuego en sus orificios nasales, mirando al sospechoso hombre que se acercaba a su jinete.

Benjicot agarró la cinta, tocando con sus dedos la mano de su princesa.

–Esto basta y sobra, princesa Maelys.– Benjicot le sonrió a la chica, guardando la cinta dentro de sus ropas.

La chica solo bufó. –Nos vemos en medía hora. No me decepciones.– Maelys entonces insto a Vermithor a elevarse en el cielo.

–Jamás, mi princesa.– Fue el susurró anhelante que no logro escuchar Maelys.

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Maelys tenía a Alysanne gritando detras suyo, surcando los cielos así emocionó mucho a la mujer, quién gritaba de emoción cuándo hacía un giro, en dirección a la tierra de los Bracken.

Cuándo Maelys llego, observo a los vestidos de amarillo estar alertas al ver su dragón.

Con un suspiró, Maelys se preparó mentalmente para lo que venía.

Ordeno a Vermithor que bajara en medio de la batalla, dejando atras a los Blackwood y protegiéndolos.

El rugido de Vermithor sacudió todo el campo de batalla.

–¡JUREN LEALTAD A LA LEGÍTIMA REINA RHAENYRA TARGARYEN O MUERAN!– Todos los Bracken se quedaron firmes al escuchar sus palabras, ninguno hincó la rodilla. Ella los habría felicitado ante tal muestra de lealtad a su hermano. Es una lástima que ya no sea verde.

Ella observó como todos la miraban fijamente, desafiantes, altaneros, como si ella no se atreviera a decir la palabra que daría fin a su destino.

Que no se diga que Maelys no les dio oportunidad.

Dracarys.– Sentenció.

Maelys vio sin emoción cómo el fuego de dragón quemaba a hombres y adolescentes por igual.

"No muestres piedad, ellos harían lo mismo si tienen la oportunidad." Las palabras de Otto resonaban en su cabeza.






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Escribí un nuevo fic BL, es de DavosxAeron, si pasan a verlo les estare super agradecida🤗

Espero que les haya gustado. Nos leemos❤️

Coronada de Secretos | Benjicot Blackwood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora