04.

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–Que más sabes niña.– Daemon ordenó cuándo todos se fueron, dejando solo a la familia real en la sala.

-¿Que quieres saber? Viví con ellos toda mi vida, se cada uno de sus hábitos, sus logros, sus caprichos, todo.–

–Pero solo lo dirás cuando sea conveniente...– Rhaenys señalo.

–Oh, no, dire todo si me prometen una cosa.– Al decir esto, El rostro y la voz de Maelys se transformó en uno de seriedad.

–¿Que es? ¿Tierras, bienes, un príncipe tal vez?.– Rhaenyra tenia una ceja alzada cuándo se dirigió a Maelys, queriendo negociar un precio.

–No, la protección total de Helaena y mi sobrina, quiero que me prometas que cuándo te sientes en el trono de hierro, tu consorte no las dañara.–

Hay estaba, el elefante de la habitación, el tema que nadie quería mencionar.

–Maelys, la muerte de Jaehaerys no fue planeado, fue un accidente, lo juro.– Rhaenyra agarró las manos de su hermana, mirando con pena.

–No me importa, no confío en el principe Daemon.– Maelys apartó sus manos, haciendo que el rostro de Rhaenyra cayera.

–Tu perdiste a tu Lucerys, me imagino que sabes el dolor de eso. Helaena no puede dormir por las noches, sueña despierta con la cabeza de su hijo en su cama, cuándo mira a Jaehaera solo recuerda ese momento, una y otra vez.–

Y Daemon, por primera vez en su vida, siente culpa.

Porque una cosa es cometer un asesinato sin más, otra cosa es ver las consecuencias del acto.

El pudo ver como estaba Helaena en el primer encuentro, ida, sin reconocer a nadie más salvo Maelys. El causo eso.

Y aunque no eran cercanos, Helaena sigue siendo la hija de su hermano, tal vez en algun momento se olvidó de ese hecho, burlandose y demonizando a los hijos de Viserys.

Se olvidó de que habia una persona que en verdad era inocente en todo este lío.

Entonces Daemon se acerco, arrodillándose frente a Maelys.

–Lo siento, los hombres a los que envié originalmente fueron tras Aemond, Jaehaerys nunca fue el objetivo. Me disculpo profundamente.–

Maelys lo miro con frialdad, con la cabeza en alto. –No es a mi con quien debes disculparte y lo sabes.–

–Tienes razón, solo quería jurar que de ahora en adelante no hare nada que lastime a Helaena o a Jaehaera, ellas tendrán mi protección.– La voz y postura de Daemon tenían sinceridad, por ahora, Maelys le creería.

–Confiare en ti, que esto sea un nuevo comienzo para nuestra familia.– Maelys hizo que Daemon se levantará, se alejo unos pasos para estar frente a toda la familia real. –Soy hija de Viserys Targaryen y Alicent Hightower, pero a pesar de eso, apoyo completamente a mi hermana Rhaenyra, y solo espero que todo esto sirva para formar lazos más duraderos con todos.– Maelys puso una mano en su corazón mientras hablaba, dando más énfasis en sus palabras.

Todos miraron la sinceridad en los ojos de Maelys, les recordaba al fallecido rey, no pudieron evitar abrir sus corazones.

Rhaenyra, quien hasta ahora habia estado callada, se levanto de su silla y fue hacia Maelys, atrayendola en sus brazos, rodeando todo su cuerpo en un abrazo asfixiante.

–La casa del dragón permanecerá unida o perecerá.– Dijo en voz alta Rhaenyra, mientras frotaba su rostro en el cabello blanco de su hermana.

'Gracias por elegirme.' Le susurro la reina en su oído.

Coronada de Secretos | Benjicot Blackwood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora