𝙻𝙰 𝙾𝙱𝚂𝙴𝚂𝙸𝙾𝙽 𝙳𝙴 𝙺𝙾𝙽𝙸𝙶(+18)

11° ¡《+18》!

LIKE U.
Rosenfeld.

KÖNIG

Ese día la sentí y la vi rara, tal vez por lo que paso con aquel pelirrojo.

-Habla maldita sea, No eres el único hijo de perra queriendo jugar a ser el niño malo.- dije mientras lo miraba molesto.

-No, o, ¿que quieren escuchar? Que el padre de esa pequeña está loco por tenerla en sus manos.- dijo el pelirrojo.

-Te escucho.- dice Price mientras fumaba su porro.

-Esa pequeña iba a ser mía, el padre me la iba a vender. Y vaya sorpresa que terminó desaparecida. Luego, me entero que se la iba a vender a Henry. Pero vieron que un encapotado lo mato.- el pelirrojo me miró fijamente y soltó una risa nasal. -. El padre de ella estaba tan desesperado por dinero...

Solté un gruñido por el recordatorio. ¿Por que la vendería a tantos hombres para al final solo resivir dinero y el universo ser muy mierda para que nunca la consiguiran? Esto era jodido.

-¿Sabes el paradero de el?- pregunta Ghost algo frustrado.

-No, y si lo supiera ya lo abría matado. El maldito es muy sucio en los negocios.

Mire a Price y luego a Ghost.

-¿Qué pasa si dejamos que hables con TN? ¿Crees responder todo lo que ella te pregunte?- dije tratando de persuadirlo.

-Depende. No quiero que se Tráeme esa niña porque casi la cogo en un cuarto de un bar.

-Idiota.- dije molesto.

-¿Qué? ¿Por que llamo tu nombre? Eso no es algo normal, ¿O si? Acaso son novios... ¿Eh?

Estaba algo nervioso, el pelirrojo hacia tantas preguntas.

-No te interesa.

Luego de eso al final no llamamos a TN, simplemente sabíamos que sería difícil para ella.

-¿Podrías hacerme sentir mariposas?

-Crees que es fácil...prefiero ahogarlas.

-Entonces me iré.

La pelirroja tomo su bolso y antes de que pudiera dar otro paso, König la tomo fuerte de la muñeca y la tiro al sofá.

-No te dije que te fueras, ¿Acaso quieres que te rompa de nuevo?

-No...

König la beso fuerte y desesperado, no era romántico ni mucho menos con delicadeza.
Esa noche la chica podía llorar o gritar, pero el nunca se detuvo hasta que en su mente se diera cuenta que era una obsesión por alguien que no merecía y que nunca amaría.