¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
buenos aires, argentina narrador omnisciente
—¡Iván veni aca! —la castaña corrió a donde estaba su hermano menor y lo agarró de las orejas—. ¡Me vas a volver loca! no te vuelvo a comprar nada más ¿escuchaste?
—¡Auch! —se quejó el de menor edad mientras sobaba la zona afectada—. ¡Pero allá está spreen! dejame sacarme una foto con él, ¡Por favor!
Amy rodó los ojos, harta del comportamiento de su hermanito, pero mientras ella maldecía internamente por aceptar cuidarlo, este ya se encontraba cruzando la calle para alcanzar a su streamer favorito y pedirle una foto.
—¡Ivan! —volvió a correr detrás de él tratando de no ser atropellada por alguno de los autos que iban pasando.
Por otro lado, el pequeño Ivan ya se encontraba frente a spreen con el celular de su hermana en la mano, el cual tomó sin que ella se diera cuenta.
—¿Me puedo sacar una foto con vos? —preguntó inocentemente ganándose una sonrisa y un asentimiento por parte del santafesino.
—Si, obvio.
Pero aquella escena se vio interrumpida cuando, agitada por correr, Amy llegó hasta donde estaba su hermano y lo jaló suavemente del cabello.
—¡Casi me matas de un susto!, pendejo de mier...
No pudo terminar la oración ya que sus ojos se encontraron con los del morocho, quien le brindo una sonrisa apenada para después preguntarle: —¿Es tu hermano?
La cabeza de Amy dejó dejar de funcionar en aquel momento, ya que pareció no haber escuchado la pregunta, por el contrario, era como si algo dentro de ella hubiera hecho un click instantaneo al ver la belleza de ser humano que estaba frente a ella.
Iván —el menor— tosió exageradamente sacando a su hermana de su trance.
—¿Eh? —preguntó, totalmente perdida.
—Sí, es mi hermana —dijo girando los ojos—. Pero no te preocupes, es medio boluda algunas veces.
Las mejillas de la chica tomaron un color carmesí y las ganas de golpear a su hermano por lo que habia dicho aumentaban cada vez más dentro de ella, spreen soltó una pequeña risa.
—Hola —saludó tímidamente—. Así que ¿vos sos el spreen?
—Tomanos una foto, Amy —interrumpió Ivan entregándole el celular.
—Listo.
—¿Salí bien? —la castaña asintió—. Gracias spreen, sos un capo —sacó algo de su bolsillo y lo extendió al más alto—. Toma, para vos.
—Más tierno —susurró spreen al ver el pequeño auto del rayo mcqueen que descansaba en la mano del pequeño—. No hace falta igual.
—No tranqui, tiene una banda de autitos en casa —intervino Amy mientras revolvía el cabello de su hermano.
—Re piola —rió spreen mientras observaba el juguete en su mano.
Amy frunció levemente el entrecejo pero no dijo nada al respecto, luego de eso ambos se despidieron del santafesino y regresaron al parque en donde se encontraban antes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
narra amy!
En mi mente solo se encontraba la imagen de aquel morocho de ojos cafés y lindas pestañas.
Es inhumano lo lindo que es. Me será muy difícil olvidar ese rostro angelical.
Suspiré enamoradiza imaginando los posibles escenarios en los que alguien así de lindo se fije en mí.
Para nadie es un secreto que siempre he sido de las que se enamoran a la primera, y ese lindo chico había captado toda mi atención. Cuando lo ví sentí mariposas en el estómago y un nerviosismo que definitivamente me hizo actuar como una pelotuda.
Mis amigas siempre dicen que me enamoro muy rápido, pero no puedo evitarlo. Había algo en su sonrisa y en la forma en que sus ojos brillaban que me atrapó por completo. Así que, ahí estaba yo otra vez, perdida en las emociones de un nuevo enamoramiento que sabía que iba a ser tan intenso como pasajero.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de mi hermano.
—¿Si me estás escuchando? —preguntó Ivan al darse cuenta de que no dejaba de ver el camino por donde se habia ido el streamer.
Sacudí mi cabeza y lo miré con confusión, ¿había estado hablando todo este tiempo?
—¿Qué? —pregunto perdida.
—Ya ví que no —suspiró pesadamente—. ¿En qué piensas? ¿Tal vez... en spreen?
¿Cómo lo supo? ¿Tan obvia soy?
—No, ¿qué decís?
—Ya lo sabía. Es que, hubieras visto tu cara —rió—. Parecías un tomate.
—Cállate, enano, no estoy pensando en el streamer —alzó sus manos inocente—. Oye... Ivan —volví a hablar después de unos segundos.
