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Analizaba a Evander durante todo el baile; tenía unas ganas inexplicables de querer besarlo. Sentía algo extraño cada vez que se acercaba más a mi cuerpo y tocaba mi cintura.

Terminó el primer baile de la noche y Evander me condujo hacia la biblioteca, apartándonos discretamente de la multitud que aún danzaba con entusiasmo. Bajo la luz parpadeante de las velas, su cercanía se volvió más íntima, intensificando las emociones que bullían dentro de mí.

—¿Estás bien, Astoria? —preguntó Evander con voz firme, sus ojos oscuros buscando los míos con una mezcla de curiosidad y algo más profundo, difícil de definir.

Asentí, luchando por mantener la compostura mientras el corazón me martilleaba en el pecho.

—Sí, estoy bien —respondí en un susurro apenas audible.

La mano de Evander seguía reposando en mi cintura, sus dedos acariciaban ligeramente la tela de mi vestido. El aire entre nosotros se cargó de una tensión eléctrica, como si ambos sintiéramos el mismo impulso irresistible.

Entonces, sin pensarlo demasiado, él se inclinó hacia adelante, acercando sus labios a los míos. El contacto fue suave al principio, un roce apenas perceptible que rápidamente se intensificó en un beso profundo y apasionado. Correspondí con igual fervor, sus manos rodeaban mi cintura con más firmeza y cada vez me pegaba más a él, sentía un notorio bulto.

El mundo exterior pareció desvanecerse mientras me perdía en sus labios. En ese momento, estaba entregada a la sensación de estar conectados. El tiempo se detuvo y solo existía la calidez de nuestros cuerpos fundiéndose en un toque que parecía eterno.

Evander me subió a una mesa y empezó a besar la parte que tenía descubierta por el escote, pero decidí levantar su cara y seguir besándolo.

Finalmente, nos separamos lentamente, mirándonos el uno al otro con una mezcla de asombro y un poco de arrepentimiento.

—Lo siento, no sé qué me pasó —dijo Evander, confuso y con la respiración agitada.

—Esto nunca debió pasar, tal vez perdí mi honor, Evander —dije un poco alterada.

—Astoria, ¿cuándo aceptarás que sientes una electricidad conmigo? —dijo Evander en un suspiro agitado.

El sonido de la música y las risas de los invitados empezaron a filtrarse de nuevo en mi conciencia, recordándome que estábamos en medio de una celebración.

Evander ofreció su brazo galantemente y lo acepté con una sonrisa un poco avergonzada.

—Señorita Astoria, no la encontraba —me dijo el duque.

—Habíamos ido a buscar unos tragos junto a Astoria —dijo Evander, dándome una mirada de complicidad.

—¿Me permite este baile, señorita Wood?

—Claro, su excelencia —dije, tomando su brazo.

—Luego me la devuelves, es mía —dijo Evander con una mirada firme.

El duque me condujo al salón de baile, entre las parejas danzantes que giraban con gracia y elegancia. Sin embargo, a pesar de la música y el bullicio a su alrededor, mi mente no podía apartarse de Evander y del beso que habíamos compartido en la biblioteca.

—Señorita Wood, ¿todo está bien? —preguntó el duque con cortesía, aunque su mirada aguda parecía buscar algún rastro de incomodidad en mí.

Forcé una sonrisa tranquila.

—Sí, todo está perfectamente bien, su excelencia. Gracias por su preocupación.

El duque asintió con una expresión satisfecha, pero sentí que él aún no estaba completamente convencido. Evander seguía observándonos desde la distancia, su mirada intensa casi palpable incluso a través de la multitud.

Mientras tanto, la música fluía suavemente en el ambiente, marcando el ritmo de mis pasos en la pista de baile. El duque demostró ser un excelente bailarín, guiándome con gracia y charlando amablemente sobre diversos temas. Sin embargo, mi mente vagaba hacia Evander y hacia la sensación eléctrica que había experimentado en sus brazos.

—Y cuénteme, señorita Wood, ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre?

—Me gusta cocinar, leer, hacer vestuarios y pasar tiempo en familia.

La verdad es que el duque era muy guapo y de mi agrado. Sentía una conexión, pero no tan profunda como con Evander. Con él, era una mezcla de odio y deseo, nada más.

POV EVANDER ♱:

Por mi parte, permanecí en un rincón del salón, observando cada movimiento de Astoria con una mezcla de celos y preocupación. Sabía que esta "relación" era complicada y que los eventos de esta noche podrían tener repercusiones inesperadas para ambos.

Cuando la música cambió a una melodía más lenta y melancólica, vi cómo el duque conducía a Astoria hacia un lado del salón, cerca de una ventana que daba al jardín iluminado por la luz de la luna. La noche estaba tranquila y serena.

POV ASTORIA ၄၃:

—Señorita Wood, permítame expresar lo encantadora que luce esta noche —dijo el duque, su voz suave y persuasiva.

Le sonreí con cortesía, aunque mis pensamientos seguían volviendo a Evander y al beso que no podía borrar de mi mente. Por un momento, casi pude sentir el calor de los labios de Evander contra los míos, la electricidad que había pasado entre nosotros, y el peso del arrepentimiento por haber cruzado una línea que no debimos traspasar.

Mientras la noche avanzaba, me di cuenta de que me encontraba dividida entre dos hombres tan diferentes en temperamento y en el lugar que ocupaban en mi vida. Uno era el duque, un hombre de posición y prestigio que representaba la seguridad y la estabilidad. El otro era Evander, un hombre misterioso y apasionado que despertaba en mí sensaciones que nunca antes había experimentado, ya sea cuando peleábamos, nos llevábamos la contraria, nos ignorábamos o simplemente compartíamos su presencia.

Volví a dar dos bailes más con Evander, con cierta tensión que nunca antes había sentido. Simplemente estábamos callados, al menos yo disfrutando un poco de su presencia.

Al final del baile, cuando la última nota de música se desvaneció en el aire, me encontré en una encrucijada emocional. Sabía que tendría que enfrentar las consecuencias de mis acciones, tanto para mi honor como para mi corazón.

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Aquí esta el capitulo que prometí por inactiva

Ojito con evander y astoria

Besitos, los leo

El rey malvado y la plebeyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora