El rey malvado y la plebeya

018

Finalmente, la velada comenzó a desvanecerse a medida que la noche avanzaba. Los invitados empezaron a retirarse, y el salón se vació gradualmente. Me dirigí a Astoria con la intención de asegurarme de que estaba bien antes de retirarnos.

-¿Cómo te sientes? -le pregunté mientras la guiaba hacia su dormitorio.

Ella me miró con una mezcla de agotamiento y reflexión.

-Es mucho para procesar -admitió-. Pero estoy tratando de encontrar un equilibrio. Gracias por ser tan sincero conmigo, es un avance bastante grande -me dijo con una sonrisa.

-Bueno, quiero hacer las cosas bien, ya te lo he dicho -respondí también con una sonrisa.

Llegamos a su dormitorio en un silencio contemplativo. El palacio, ahora en calma, ofrecía un respiro del bullicio de la noche. El aire fresco del pasillo parecía limpiar la tensión acumulada, creando una atmósfera de tranquilidad.

-Buenas noches, Astoria -dije suavemente.

-Buenas noches, Evander -respondió ella.

Ella asintió con una sonrisa suave y besó mi mejilla. Así, nuestras palabras se desvanecieron en el silencio de la noche.

Llegué a mi dormitorio, me desvestí y me preparé para dormir, el peso de los eventos recientes aún presente en mi mente. La promesa de un nuevo día me ofrecía un sentido de esperanza, pero también la carga de las decisiones que debía tomar. Mientras me acomodaba en la cama, el sonido de la noche parecía amplificar mis pensamientos. El sueño llegó lentamente, y cuando finalmente me sumergí en él, lo hice con la esperanza de que el nuevo día traería claridad y resolución.

El amanecer llegó con una suavidad que contrastaba con la intensidad de la noche anterior. El primer rayo de sol filtrado a través de las cortinas de mi habitación me despertó con una sensación de renovada determinación. Me preparé rápidamente para luego ir a la biblioteca.

Me dirigí a la biblioteca, donde encontré a Federic ya ocupado en su tarea. La biblioteca del palacio, con sus estanterías repletas de libros y documentos antiguos, ofrecía una atmósfera de tranquilidad en medio del caos emocional que experimentaba. Federic levantó la vista al verme entrar, y su expresión mostraba una mezcla de seriedad y preocupación.

-Mi señor -dijo Federic, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto-. He reunido la información que solicitó sobre la familia de Astoria. La situación es más grave de lo que imaginábamos.

-¿Qué has descubierto? -pregunté con un tono de urgencia.

Federic se acercó con un manojo de documentos y notas.

-He encontrado información sobre el sufrimiento que ha enfrentado Astoria en su vida cotidiana. Parece que ha sido víctima de maltratos por parte de su padre. Durante mi investigación, descubrí testimonios que indican que su padre ha recurrido a métodos de disciplina severos y abusivos.

Mis ojos se abrieron con rabia y preocupación.

-¿Qué tipo de abusos ha sufrido?

Federic asintió y me mostró un documento desgastado que había obtenido de una fuente.

-Los informes indican que su padre ha utilizado violencia física y emocional para imponer su autoridad ante ella y su madre. Las discusiones y enfrentamientos han escalado a niveles que han dejado marcas físicas y psicológicas en Astoria. La situación en su hogar es sumamente complicada y dolorosa para una mujer que ha vivido eso toda su vida.

El peso de la información me afectó profundamente. Saber que Astoria había soportado tal sufrimiento me hizo cuestionar aún más mi papel en su vida y cómo podría ofrecerle el apoyo que necesitaba. Mi corazón se llenó de una mezcla de compasión y furia. Nadie debería ser sometido a tal abuso, y el deseo de vengar su sufrimiento comenzó a gestarse en mi mente.

-El maltrato que ha sufrido tal vez ha creado una barrera emocional en Astoria. Ella pudo haber aprendido a ser reservada y a proteger sus sentimientos para evitar más dolor. Esto podría explicar por qué le cuesta abrirse y confiar en quienes la rodean, incluyéndolo a usted, señor.

Comprendí la profundidad del asunto y el sufrimiento de Astoria. Este conocimiento me motivaba a actuar con una mayor sensibilidad y empatía, pero también despertaba en mí un deseo de hacer justicia con mis propias manos. La idea de vengar el sufrimiento que había padecido bajo la opresión de su padre se hizo más fuerte. El pensamiento de confrontar a su padre con el propósito de asegurar que pagara por su crueldad se volvió cada vez más seductor y potente.

-Haré todo lo posible para continuar investigando y proporcionando información que pueda ayudarnos a comprender mejor la situación de Astoria. La empatía y el cuidado serán esenciales para avanzar en este desafío, mi rey.

-No te preocupes, Federic. Seré más comprensivo. Ella y yo, digamos que hemos tenido avances -dije algo feliz.

-Eso me alegra, mi rey. Es algo muy emocionante. Sé que usted, al igual que Astoria, tiene su historia con sus padres. Es lindo ver cómo van formando algo. Solo espero que ambos sean buenos el uno con el otro. Dicho esto, me retiro, mi rey. Debo hacer otros trabajos.

Con la información de Federic y una renovada comprensión de la situación, me preparé para enfrentar el día con una perspectiva más clara. La jornada prometía ser un paso adelante en la construcción de una relación sólida y de apoyo mutuo. Sin embargo, el pensamiento de la venganza seguía en mi mente, guiando mis decisiones y acciones con una intensidad inusitada.

Me dirigí a sentarme a comer y, al hacerlo, me encontré con Astoria, quien estaba disfrutando de su desayuno en un rincón del salón.

-Buenos días, linda Astoria -dije con una sonrisa cálida.

-Buenos días, Evander -respondió ella, devolviendo la sonrisa con su encanto habitual.

Después de un momento de contemplar el paisaje y el agradable aroma del té, decidí que era el momento perfecto para hacerle una propuesta especial.

-Te tengo una propuesta, no sé si te guste -comencé, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción.

Astoria levantó la vista, su curiosidad evidente en sus ojos. Asintió lentamente.

-Quiero que hagamos algo diferente hoy -dije. -¿Qué te parece si organizamos un picnic en el jardín? He pensado en preparar una selección de delicias para que podamos disfrutar bajo la sombra de los árboles y la suave brisa de la tarde. Será un momento para compartir y relajarnos en buena compañía.

Sus ojos brillaron con interés y una leve sonrisa se formó en sus labios.

-¿Un picnic? -dijo con entusiasmo. -Me encantaría, Evander. Suena encantador.

-Perfecto -respondí con alegría. -Entonces, a media tarde, te espero en el jardín. Quizás podríamos dar una caminata por los lindos senderos, leer y compartir algunas historias y pensamientos.

Astoria asintió con entusiasmo, y pude ver la emoción en su rostro.

-Estoy ansiosa por ello -dijo, mientras se volvía para regresar a su desayuno con una sonrisa luminosa.

Mientras observaba cómo se centraba de nuevo en su comida, sentí una ola de satisfacción. La tarde prometía ser especial, y no podía esperar a compartir esos momentos encantadores con ella.

⠞ ‎‎‎ ̩͙♡ 𓉳⠀ٜ⠀ٛ*ೃ༄
Hola, perdón por no subir capítulos. He estado muy ocupada con pruebas y trabajos, y para colmo me enfermé, así que preferí sacarme ese peso de encima antes de poder darles más capítulos.

Los leo besitos ꒰ ꜆ ˊ͈ ᵕ ˋ͈ ♡ ꜀ ꒱