Carta veintinueve.

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"Las palabras no eran lo suficientemente generosas como para definirlo. Ni siquiera la palabra "perfecto" le quedaba. Y "amor" era muy poco para describir lo que yo sentía hacia él. Las palabras, simplemente, no eran las adecuadas nunca para describirlo. La más grande perfección no tiene cara ni nombre. Solo alma. Yo tengo su alma, y él la mía. Es suficiente. Más que las palabras. "

Tú me das arte, yo te lo devuelvo. Es algo recíproco, y justo. Soy genial, lo sé.

-Una escritora altruista.

De una escritora a un artista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora