Tus manos son más lindas, cálidas y grandes de cerca. Y ni hablemos de tu voz, o de tu famosa sonrisa. Sólo murmuraste un "Oh... Vaya".
Sonreíste ligeramente.
Y cerraste los ojos.
Milo chilló como una adolescente.
-Una escritora que te adora, Keith.
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De una escritora a un artista.
Short Story❝El borrador de Ella.❞ Este es el último recuerdo que voy a escribir en este diario. Creo que es hora de que leas todo lo que he escrito en honor a ti. ¿Sabes lo mucho que me inspiras? No, pienso que no. Hoy cuando me preguntaron por qué entre todos...