FRANCO XI

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- Retirate - ordenó el director mirando a Franco, quién lo hizo de inmediato dejando solos al Director y al Oficial Freytas.
- ¿Qué quieres a cambio de tu silencio? - Preguntó, sabía perfectamente que no le saldría gratis el que hayan descubierto su secreto.
Fleytas lo miro sonriente, gozando de encontrarse negociando con el Director
- Mire Señor, seré directo pedlré tres cosas, de las cuáles no acepto un no como respuesta y si bien no tengo pruebas, sabe que si abro la boca van a investigar hasta llegar a la verdad y usted perdería su cargo - dijo Fleytas desafiante y sabiendo que tenía las de ganar.
- Lo escucho - dijo el Dorector.
- Primero quiero días de descanso, reemplazo cuando yo quiera, trabajar menos horas, obviamente con el mismo sueldo o si usted desea darme un extra, sera muy bien recibido, segundo quiero ser su mano derecha, que cuente conmigo para todo - dijo pero fue interrumpido.
- Bien me parece perfecto, aceptó, dijo el director.
- Espere, espere que falta lo último - dijo con una sonrisa aún más grande - quiero hacer lo mismo que usted hace con el recluso....
- ¿cómo? - preguntó sorprendido el director.
- Asi como escuchó, quiero disfrutar del recluso Reyes como usted y que mi hermano también lo haga, es decir, que los tres le demos al recluso a la misma hora, todos los días - hizo una pausa para después continuar - y no importa si Reyes quiere o no, lo obligará a que se deje hacer lo que yo quiera, cuando quiera y como quiera - finalizó.
El Director no lo pensó, es no podía negarse, no tenía más opción que decir que sí.
- aceptó - dijo finalmente.
- perfecto, un gusto hacer negocios con usted - dijo estrechando su mano - ahora llame al recluso, yo buscaré a mi hermano, empezamos ahora mismo - informo, retirándose victorioso.

Regresaré, RegresarásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora