FRANCO VII

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Fue llevado a la celda de castigo completamente inconsciente, a las horas despertó, no podía mover ni un dedo porque todo dolía, hasta respirar era agotador, se le cerraban los ojos todo el tiempo, no tenía idea de cuánto tiempo pasó pero logró ver que le dejaron un plato de comida, un merjunje y un vaso con agua, hizo un gran esfuerzo para alcanzarlo pero comió, despacio porque ni para eso tenía fuerzas.
No sabe cuántos días estuvo allí pero al poco tiempo de despertar, dos policías lo sacaron de la celda, practicamente arrastrándolo porque aún no tenía fuerzas para caminar.
Y cuando pensó que nada iba a ser peor que lo que le hicieron, se encontraba sentado en el despacho del director.
- Bienvenido Señor Reyes - dijo este - espero haya disfrutado de su regalo de cumpleaños y sus vacaciones en la celda de castigo - río sarcásticamente.
El director comenzó a dar vueltas por toda la habitación hasta que dijo:
- Tengo una oferta para ti, si aceptas te protegeré de los demás reclusos... quiero que seas mi esclavo sexual diario, es decir solo yo podré hacer de ti lo que quiera, cuando quiera, las veces que quiera... pero si no aceptas me encargaré de que realmente vivas un infierno el resto de tus días, que hagan contigo lo que quieran ¿aceptas?

Regresaré, RegresarásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora