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LA CUEVA EN LA QUE ESTABAMOSERA algo pequeña, apenas y podíamos ponernos de pie, ya que nuestra cabeza chocaba con el techo.
Por alguna razón teníamos espacio para dormir, Bellamy, Charlotte y yo. Aunque yo no podía dormir ni un poco.
Después de todo lo ocurrido los últimos días, recuerdos que venían a mi mente de la nada, todo se estaba acumulando en mi, y sentía que en algún momento no podría más, pero por alguna razón estaba aún bien, sin ningún ataque de depresión o de ansiedad repentino, solía sucederme desde que mi madre "murio". Y todo aumento cuando mate a aquel guardia.
Las personas que lograron ver el incidente habían sido obligadas por alguien a fingir que solo fue un ataque y ya estaba, que solo lo había herido un poco, pero no fue así. Y al parecer mi mente se había convencido con el tiempo que solamente había atacado a el guardia, pero aquel día en el que Murphy lo saco a conversación, recordé todo. La verdad.
Fue justo el día de la fiesta de mascaras cuando sucedió todo, cuando me encerraron. Si bien había ocasionado todo un alboroto para que con eso me sentenciaran, de camino a la prisión note como uno de los guardias que me llevaba era el mismo tipo por el cual flotaron a mi madre. Enloquecí. Recuerdo exactamente como logré quitarle el arma a un guardia que me sujetaba, después por alguna especie de fuerza pude darle un golpe en la cabeza con esta, para después apuntarle a mi objetivo. Le di en una pierna, justo donde estaba algo descubierto, sus quejidos se hacían presentes enseguida, él me miraba con desprecio y sonreía cinicamente, para después recordarme como había abusado de mi madre. Fue justo ahí que le di un disparo más, note como el oficial inconsciente llevaba un cuchillo en su pantalón, lo tomé y me acerque a el tipo, jale su cabello hacia atrás, justo cuando personas se comenzaban a acercar, ningún guardia. Aproveche para gritarle en la cara lo mucho que me daba asco y como desearía que muriera, recuerdo lo que él dijo, "hazlo, matame". Lo hice, encaje el cuchillo en su yugular dejando que se desangrara, me pareció poco que tome de nuevo la pistola y le dispare en la cabeza.
Cuando note sangre en mis manos, y algunos gritos de horror, reaccione. Cuando hice aquello no me importo quien estaba cerca, sin embargo eran al menos ocho personas. Murphy uno de ellos, Bellamy, Octavia, a ella acababa de conocerla en la fiesta, sabía muchas cosas debido a que Bell me las contaba, estaba emocionada por conocerla, pero no así; además de ella había más personas, no conocía a la mayoría. Suponía que todo estaba en el pasado, pero era erróneo, todo venía como balde de agua fría cada que intentaba cerrar los ojos.
Sentí como alguien apretaba mi hombro, y reaccione, Bellamy tenía uno de sus brazos alrededor de mis hombros. Él me había sacado de mi trance.
— ¿Estás bien? Puedo oír engranes en tu cabeza girar y girar. — pregunto él con una sonrisa ladina, incorporándose en su lugar
— Son recuerdos... No te preocupes. — le dije, acurrucado un poco mi mejilla en su hombro
— Becker, tus recuerdos no son específicamente buenos.
