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NARRADOR OMNISCIENTE
LA CASTAÑA LUEGO DE HABER REGRESADO al campamento se había puesto a ayudar en algunas cosas, como cuidar algunas veces del pobre de Myles y otras a ayudar en las trincheras. Todo el campamento estaba alerta, las horas de guardia eran doble o en algunos casos el triple de horas, por supuesto que todos estaban cansados pero nada mejor podían hacer, a menos que quisieran morir rápido.
Blake había estado demasiado ocupado encargándose de dirigir al campamento siendo él el único líder en el lugar, era un trabajo duro.
Giulia se había mantenido alejada de él desde su última conversación, apenas y se habían mirado o dicho algo, y aunque ella no lo creyera el corazón del chico se encogía al igual que el de ella cada que pensaban en las últimas palabras que se habían dicho fuera del campamento.
—Oye, Becker —Reyes apareció por detrás de la chica, haciendo que diera un pequeño respingo al estar tan sumida en sus pensamientos—. ¿Pasa algo? Estas perdida. —indagó su amiga querindo ayudar
—No pasa nada. —se limito a responder con toda la ironía saliendo de su boca
Reyes no se creyó nada y rodó los ojos. Detestaba que su amiga se cerrará de pronto con ella.
—Quizás no los sabes pero ya te conozco demasiado —mencionó la trigueña—, y esa mirada es la misma que tenías cuando Bellamy lanzó mi radio al lago.
La respiración de Giulia paro algunos segundos al escuchar el nombre de aquel chico.
—Lo siento, Ave, pero creo que tengo la mirada de cualquier persona preocupada por sus amigos. —soltó siendo demasiado dura, mirando finalmente a su amiga
Reyes asintió entendiendo que debía dejarla sola. Pero realmente no era lo ideal, porque dejarla sola solo la haría sumirse más en sus pensamientos.
—Yo me encargo. —Blake la menor apareció por la espalda de la trigueña quien rápido asintió y se alejo de las dos sabiendo que necesitaban algo de tiempo a solas
—No es necesario que digas nada Ov. —se apresuro a decir Becker, para después avanzar algunos pasos hacia otra parte del campamento para seguir ayudando en las trincheras
—No, lo es —demando su mejor amiga para luego tomar sus hombros y hacerla girar para que la mirara—. No sé qué pasó de pronto entre mi hermano y tú, pero créeme que eso afecta tanto a ustedes como al campamento.
—¡No necesito escuchar nada sobre Bellamy! —vocifero la chica, harta de oír lo mismo una y otra vez, pero es que realmente ese era su problema. Había logrado llamar la atención de todos en el campamento, hasta del mismo chico, así que pronto agachó la cabeza apenada
