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CUANDO LOS ORBES AZULES DE GIULIA se abrieron, le costó adaptarse a la luz, fue cuestión de unos segundos cuando se entero que estaba sobre unas sábanas, y una vez más su cabeza dolía como la mierda. Divisó hacia todos lados sin mirar a nadie, solamente a la figura de Finn sobre la camilla metálica, quiso ponerse de pie pero se sintió mareada, así que mejor se sentó recargada a la pared de la nave, abrazo sus rodillas y se quedó ahí sin saber muy bien qué hacer.
Después de debatirlo algunos minutos que le parecieron eternos, se puso de pie con cuidado, sosteniéndose de la pared como ayuda, camino hacia la mesa de Finn y se posiciono a un lado de esta, paso una de sus manos por el cabello del chico con cuidado de no despertarle. Le tenía un aprecio inmenso a Finn, con el poco tiempo que llevaban conociéndose supo que él era el tipo de persona con la cual Giulia estaba dispuesta a formar una amistad.
La castaña se sobresalto un poco al escuchar algunos pasos venir hacia donde estaba, relajo sus músculos cuando noto que se trataba de Raven.
— Veo que ya despertaste — la chica se acercó a Giulia —. Toma. Supuse que querrías agua al despertar, así que te traje. — explicó ella, tendiendole un recipiente que Giulia no tardo en tomar y dar un largo trago
— Gracias — musito ella, cuando dejo de beber agua miro a Raven, quien solo mantenía sus ojos puestos en Finn con algo de nostalgia y dolor por verle así —. ¿Lo amas? ¿Cierto? — una débil sonrisa apareció en los labios de la trigueña
— Es mi familia. — contestó, Giulia no tardo en sonreír al recordar a Octavia y Bellamy
— Finn es fuerte. Créeme, odio decirlo y escucharlo cuando se que posiblemente todo de un giro drástico, pero confío en que estará bien. — mencionó, abrazando por los hombros a Raven a su lado
— Eso espero — aludió, limpiando algunas lágrimas que corrían por sus mejillas, después miro a su ahora amiga —. ¿Te duele algo? Porque si es así, puedo llamar a Clarke. — Giulia sonrió agradecida por su amabilidad y preocupación, pero negó enseguida
— Me siento bien. Tampoco es nada grave golpearse dos veces la cabeza — una risa salió de los labios de Raven —. En un mismo día. — añadió, encogiendose de hombros
— Bien. — Raven sonrió, algo tranquila
Pero eso duró poco, las chicas continuaron hablando algunos minutos cuando de pronto se percataron que Finn estaba teniendo convulsiones, no tardaron en llamar a Griffin, y esta apareció rápidamente bajando por la escotilla.
— Estaba bien, Clarke. Solo... — Giulia tratdo de explicarse, pero se sentía demasiado impotente que ni siquiera podía hacerlo
— ¡Pon a mi madre en la radio! ¡Raven! — la mencionada agitó las manos y dio un par de pasos sin hablar — ¿Qué sucede?
