Naruto shippuden norowareta chi

declaración de guerra

Luego de zafarse del agarre de Kakashi, Naruto contraatacó con un Rasengan que, tras un momento, explotó, destruyendo gran parte del terreno. Todos se pusieron en guardia mientras Naruto, con una mirada fría, se quedó observándolos. Con voz firme y llena de rencor, dijo:

"¿De verdad crees, Sakura, que soy tan ingenuo para creer semejante mentira? Siempre me diste la espalda. Siempre escogiste a Sasuke. Para ti, yo solo era un saco al que podías golpear. Siempre estuve ahí para ti, siempre lo di todo por ti, y ahora me dices que me amas. Eso es una entera basura que ni tú misma te crees. Siempre estabas llorando por Sasuke, siempre rogándole que te prestara atención, al igual que Ino y las demás chicas. Pero ahora, eso ya no importa. Les mostraré a todos que soy superior. Cuando logre obtener el chakra de la bestia de 8 colas, acabaré con todos ustedes y con medio mundo. Así podré volver a empezar, una tierra libre de mal, libre de cualquier opresión. Y para eso, primero acabaré con los clanes que le dieron la espalda al mío, y luego continuaré con las naciones. Pero primero, acabaré con la aldea de la hoja personalmente."

Sus palabras resonaron con un odio palpable, dejando a todos atónitos. Sakura, llorando, trató de acercarse nuevamente, pero fue detenida por Ino y Kiba, conscientes de que Naruto ya no era el mismo. Kakashi, con una mezcla de tristeza y determinación, se preparó para enfrentar al chico que una vez consideró su alumno más prometedor. La batalla estaba lejos de terminar, y el destino de muchas vidas pendía de un hilo.

Luego de su discurso, Naruto se dio la vuelta y comenzó a alejarse del grupo. Sin embargo, el Raikage salió disparado hacia él con la intención de golpearlo. En un segundo, Naruto hizo unas rápidas posiciones de manos y, de repente, la armadura de rayo que cubría al Raikage desapareció.

Naruto hizo aparecer una katana, y con un solo movimiento giró en el aire. Para sorpresa de todos, Naruto le había cortado el brazo al Raikage. Con una mano creada de chakra de Kurama, le dio un golpe directo, enviándolo volando. Justo antes de impactar contra el suelo, una pared emergió de la nada, deteniendo al Raikage. Era el Tsuchikage, quien había aparecido junto con sus escoltas.

Al mismo tiempo, Tsunade apareció junto con sus escoltas y Shizune. Una ola de lava ardiente cubrió a Naruto, pero él, en su modo Kurama, la desvió fácilmente. La Mizukage apareció entre la neblina que dejó la lava.

La tensión en el aire era palpable. Naruto se quedó en el centro de todos, con una mirada desafiante, mientras los Kages y sus escoltas lo rodeaban, preparándose para lo que parecía ser una batalla inevitable.

Todos rodearon a Naruto con la intención de capturarlo, pero Naruto se quedó parado, respirando lentamente y con calma. Miró al cielo antes de girar la cabeza y cruzar miradas con Ino, moviendo los labios sin hablar. Con un movimiento rápido, rompió su chaqueta en dos, revelando una pechera de piel de algún animal. Se puso en posición de pelea y, para sorpresa de todos, lanzó una pequeña pelota y un kunai al cielo. Una cortina de humo cubrió todo el campo.

Cuando el humo se disipó, Naruto estaba en un lugar alto, sosteniendo algo en sus manos. Todos se sorprendieron al ver que eran los sombreros de los cinco Kages, que Naruto sostenía de manera arrogante.

—¿Cuál creen que me queda mejor? —preguntó en voz alta, antes de añadir con desdén—. Pero naaaaa, luego de lo que haré, dudo mucho que las generaciones venideras sepan reconocer estos símbolos.

Algunos de los escoltas intentaron recuperar los sombreros, pero algo en Naruto los detenía. Su instinto les advertía de su propia muerte si daban un paso adelante. Naruto soltó los sombreros, y mientras descendían lentamente, explotaron, destruyéndose por completo.

Los Kages se enfurecieron y quisieron correr hacia Naruto para pelear, pero no lo hicieron. Algo siniestro y increíblemente poderoso estaba al lado de Naruto, acompañándolo. La presencia de este poder los paralizaba, llenándolos de una mezcla de miedo y asombro. Naruto los miró desde su posición elevada, con una fría y calculadora mirada, mientras la tensión en el aire aumentaba aún más.