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Temari, aún en shock, entrecerró los ojos para intentar reconocer al hombre que se acercaba entre las sombras. Su respiración se detuvo por un momento cuando notó las marcas en sus mejillas, esas inconfundibles líneas que solo una persona podía tener: Naruto. Pero algo estaba diferente en él. El hombre que avanzaba no era el mismo joven que ella recordaba. Había algo más oscuro, más frío en su porte, y su poder parecía haber crecido de manera descomunal.

Naruto caminaba con una calma inquietante, eliminando a los ninjas revividos a su paso con una katana que blandía con precisión letal. Cada movimiento era exacto, cada corte era limpio. Los cuerpos de los revividos caían a su alrededor sin siquiera poder reaccionar. No había tiempo para que se regeneraran; sus técnicas médicas o sus habilidades no podían igualar la velocidad con la que Naruto los destrozaba.

Mientras avanzaba, solo miró de reojo a Temari, sin detenerse, como si ella no fuera más que una espectadora en un evento que él controlaba por completo. La intensidad de su mirada, aunque fugaz, hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Temari. Era Naruto, pero al mismo tiempo, no lo era. Algo más oscuro y poderoso lo habitaba ahora.

Temari apenas podía moverse, paralizada por la combinación de alivio y terror. Naruto, o quien fuera que estaba en su cuerpo, siguió su camino, desintegrando a los revividos como si no fueran más que sombras sin importancia.

Después de que Naruto se desvaneciera en la distancia, varios ninjas de la alianza llegaron rápidamente al lugar donde Temari permanecía de pie, aún impactada por lo que acababa de presenciar. Uno de los ninjas la sostuvo mientras otro revisaba sus heridas, notando su estado de confusión.

"¡Temari, estás bien!" gritó uno de los ninjas, preocupado. Temari apenas asintió, sus ojos aún fijos en la dirección en la que Naruto había desaparecido.

"¿Qué ha pasado aquí?" preguntó otro ninja al ver los cuerpos de los revividos destrozados. "¿Tú los derrotaste?"

Temari negó lentamente con la cabeza. "No... fue Naruto", susurró. Al instante, los ninjas que la rodeaban intercambiaron miradas de incredulidad.

"¿Naruto? ¿Está aquí?" uno de los ninjas preguntó, claramente sorprendido. "Si está de nuestro lado, esto podría cambiar el rumbo de la guerra."

"Mandemos un mensaje al cuartel general de inmediato", dijo otro, sacando un pergamino y comenzando a escribir. "Si Naruto ha aparecido, tal vez haya venido a ayudarnos."

Temari, aún temblando, no estaba tan segura. Algo en el comportamiento de Naruto la había dejado inquieta, pero sabía que, por el bien de la alianza, tenían que actuar rápido. Mientras el mensaje era enviado, ella seguía pensando en lo que había visto: esa destreza inhumana, esa frialdad… ¿Era realmente el mismo Naruto que había conocido?

En el cuartel general, los Kages discutían la noticia con preocupación. A pesar de la incredulidad, decidieron comunicar la información a todos los escuadrones. Si Naruto realmente estaba en el campo de batalla, era crucial saber si estaba de su lado o no.

Mientras tanto, en la base médica, Sakura, junto a sus compañeros, atendía a los heridos cuando recibió la noticia. Al escuchar el nombre de Naruto, su corazón dio un vuelco. No podía creer que él hubiera aparecido y, aún más sorprendente, que hubiera ayudado en una batalla. Ino, que estaba a su lado, también mostró una mezcla de alivio y preocupación.

"¿Será posible que Naruto... haya vuelto?" preguntó Ino en voz baja, mientras vendaba a un paciente.

"Eso no lo sabemos aún," respondió Sakura, aunque sus manos temblaban ligeramente. Recordaba lo último que había pasado entre ellos y no podía sacarse de la cabeza las palabras del muñeco. ¿Realmente podrían traer a Naruto de vuelta?

Naruto shippuden norowareta chiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora