Han pasado dos días desde que devolvió el diario de Dre y no podía sentirse más ansioso que ahora viendo en secreto como el moreno yacía sentado en una de las esquinas del patio trasero del colegio, escribiendo en esa bendita libreta. Estaban solos él y Cheng, pero imaginaba que el moreno no tenía ni idea que lo observaba.
¿Qué estaría escribiendo está vez?, ¿Estaría escribiendo sobre él?
Sentía cosquillas en el estómago de solo saber que estaba en necesidad de otra vez hurtarle el diario al americano para ver si le había dedicado otra página.
—Hola Cheng —Dre ahora estaba en frente de él.
El asiático se sobresalto retrocediendo unos pasos. Que vergüenza, ¿y si se había dado cuenta que lo estaba espiando?
—Hola Parker —respondió sintiendo la cara acalorada.
—¿Qué haces aquí? Nunca vienes a este patio.
¿También sabría que no viene a este patio porque le da alergia el polen de las flores? No leyó eso en el diario, pero guardó la posibilidad de que tal vez lo sabía.
Se acordó de la pregunta que le hizo y su cerebro empezó a maquinar una respuesta rápida para encubrir la verdad.
—Yo... Estoy buscando a Liang.
—Pero él no vino hoy —respondió Dre confundido.
¡Que estúpido!, claro que no había venido hoy, estaba enfermo desde hace días y casi toda la escuela lo sabía. Siendo su mejor amigo era raro que no lo supiera ya.
—Me había olvidado —soltó para no levantar sospechas.
Dre justo se iba a ir, pero al darse la vuelta Cheng se dio cuenta de algo.
—Tus trenzas...
El cabello de Dre ya no estaba recogido en sus típicas trenzas tejidas. Ahora había una gran melena castaña de rulos encogidos. Cheng se quedó observando su cabello con cierta adoración, y es que eran preciosos, algunos caían por su frente casi cambiando la forma de su cara, ahora se veía mas pequeña.
—Sí, quise probar algo nuevo —Dre río suavemente con algo de pena por la mirada de Cheng.
Lo que no se esperó es que la mano del asiático se acercara a su cabello para tomar un rulo delicadamente y tocarlo suavemente, vio como las comisuras de los labios de Cheng se alzaron un poco formando una pequeña sonrisa, claro que el no parece haberse percatado de eso. Lo último que hizo fue estirar el rulo y soltarlo dejando que este se encogiera de nuevo sobre los demás.
—Te quedan lindos —soltó sin pensar Cheng aún sin dejar de tener esa suave sonrisa.
Cuatro segundos pasaron hasta que ambos se dieron cuenta de la situación. Antes de que Dre pudiese decir algo el asiático ya había salido corriendo fuera del patio dejando a un moreno en las nubes debido al comentario. Cheng le había dicho que sus rulos le quedaban lindos, la persona que siempre se lo decía era su mamá, pero que él de lo dijera era totalmente diferente.
Dre se tapó la cara con una de sus manos tratando de aguantar su emoción internamente.
Cheng se removía una y otra vez sobre su cama sin lograr una posición cómoda que lo ayudase a dormir, y no solo no podía dormir por eso, también porque cierto moreno no dejaba de aparecer en su cabeza.
Aún podía sentir lo suave que eran sus rulos contra la yema de sus dedos.
Se había sentido tan avergonzado en ese momento que lo único que hizo fué huir de la situación para no enfrentarla y lo que llevó del día no pudo ver a Parker porque sentía que sus mejillas se calentaban.
¿Por qué estaba actuando de esa manera justo ahora? Antes la presencia de Dre no le había causado tantos problemas como ahora, y todo empezó a ser así desde que leyó su diario.
"Déjame amarte, se que lo haría bien"
Aunque solo lo había leído, sintió que en su mente se reprodujo con la voz del moreno causándole molestia.
—¿Qué mierda te pasa, Cheng? —tomó una de las almohadas molesto tirandola fuera de la cama.
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DIARIO | DRENG
FanfictionDRENG| A Cheng le da curiosidad que Dre lleve una libreta consigo a dónde sea y decide saber que es lo que contiene. ♦Cheng Lu y Dre Parker. ♦Historia 100% mía. ♦Con el fin de entretener.