Cheng había invitado a Dre sin siquiera pensarlo pero tenía muy en mente que no fue por equivocación. Era su primera vez invitando a alguien de esa manera al día de los enamorados Chino y se decía que la primera vez siempre era la más especial y la que nunca podría ser superada por nada, pues era tu amor más inocente y puro.
No pensaba que tuviese que renunciar a eso.
Hoy era el festival y para bien de muchos, un día sábado. Para mala suerte de Cheng, su mamá estaba en casa.
El ambiente permanecía como el jueves luego de la discusión entre ambos. El chico no salía de su habitación y si lo hacía procuraba que su progenitora no estuviese cerca. Por parte de la mayor la situación era similar; hacia la comida y dejaba el plato de su hijo servido para que cuando esté quisiera salir a buscarlo no tuviese que verla. Ambos estaban heridos pero no querían enfrentarse por miedo a que saliera peor.
Mientras Weying se sentía la peor madre del mundo. Cheng lamentaba ser una decepción.
El menor estaba sobre su cama pensando en qué podría decirle a Dre luego de este día, iba a herirlo, eso lo sabía. Después de invitarlo no pudo olvidar el irreal brillo en los ojos del moreno y como reprimía una sonrisa tonta. Dre no podía ser para él.
Unos toques en su puerta lo trajeron de nuevo a la realidad. Seguramente era Liang pues su mamá había salido desde hace unas horas y el de hoyuelos le había escrito diciendo que iría a su casa.
Se sorprendió un poco cuando vio a su madre entrar en la habitación.
Ninguno dijo nada. Cheng se incorporó en la cama, sentándose recto y Weying parecía inspeccionarlo con una mirada suave.
—Me encontré con Liang... Él me contó lo que pasó el jueves en el dojo y entiendo si no quieres regresar.
—Regresaré —dijo tratando de ser convincente.
Tenía que poner de nuevo su vida como antes.
—No lo hagas por mí, hazlo por ti. Si no te sientes cómodo allí hallaremos otro lugar o puedes intentar algo nuevo.
Otro silencio inundó la habitación.
—Mamá, perdón...
Weying negó rápidamente.
—No te disculpes, Cheng. No hiciste nada malo —la mueca de labios apretados apareció en el rostro de su mamá— Yo fui la que se equivocó en todo esto y perdóname si alguna vez pensaste que no te amo. Eres mi niño y haría cualquier cosa por ti.
El adolescente se levantó de la cama cuando lágrimas empezaron a rodar por las mejillas de su progenitora. Se acercó lentamente hasta que los brazos cálidos de su mamá lo atrajeron a su cuerpo fundiéndolo en un abrazo.
Se sintió protegido pero a la vez tenía ganas de llorar y acompañar a su mamá. No se sentía triste pero tampoco comprendía el porque quería llorar.
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DIARIO | DRENG
FanfictionDRENG| A Cheng le da curiosidad que Dre lleve una libreta consigo a dónde sea y decide saber que es lo que contiene. ♦Cheng Lu y Dre Parker. ♦Historia 100% mía. ♦Con el fin de entretener.