Inducción del estro

Capitulo 18

Después de que Jiang Yunian se desconectara, desapareció sin dejar rastro. No importaba qué cuenta de WeChat usara Mu Shanchuan para enviarle mensajes o mensajes de voz, nunca respondía ni respondía ninguna llamada telefónica. Estaba realmente enojado.

Mu Shanchuan sostuvo su cabeza y reflexionó dolorosamente. Sintió que si lo engañaban de esa manera, su reacción probablemente sería incluso más intensa que la de Jiang Yunian.

Le envió una nota de voz a Jiang Yunian: "Yunian, Xiao Yu, Nian Nian... ¿Bebé? Me equivoqué, no debí ocultártelo... Tienes derecho a estar enojada, pero no te agotes, ¿de acuerdo?"

-No quise engañarte, pero no supe cómo decírtelo en ese momento. Cariño, ¿puedes perdonarme esta vez?

-Jiang Yunian...

Envió los mensajes de voz, pero no sabía si Jiang Yunian los había escuchado o no. Mu Shanchuan nunca había estado tan ansioso antes, temiendo que Jiang Yunian rompiera con él por completo en un ataque de ira.

Se quedó mirando su teléfono durante un rato, pero no recibió ninguna respuesta. Tomó su abrigo de la silla y salió de la casa.

Jiang Yunian pensó que se enojaría tanto que explotaría o al menos rompería algo para calmarse, pero no lo hizo. No mostró signos de estar enojado y sus emociones eran sorprendentemente estables.

A excepción de alguna risa fría ocasional mientras estamos sentados en silencio.

Varias veces quiso coger las tijeras y romper en pedazos el cuadro del dormitorio, pero cuando se puso delante de él no pudo hacerlo.

Era demasiado difícil crear una pintura con pinceladas tan delicadas y una esencia tan espiritual. Jiang Yunian se dijo a sí mismo que la pintura era inocente.

El teléfono sobre la mesa vibraba sin parar, lo que molestaba a Jiang Yunian. Se cubrió la cabeza con la manta, tratando de acallar el ruido, pero no podía soportar la persistente perturbación. Incluso con los oídos tapados, podía sentirlo, así que apretó los dientes y contestó el teléfono.

"¡¿Qué carajo quieres?!"

La persona del otro lado de la línea quedó claramente desconcertada por su tono y dudó un momento antes de hablar. Pero no era la voz de Mu Shanchuan.

"Um... ¿Sr. Jiang Yunian? Su comida para llevar está aquí. ¿Puede venir a buscarla? No puedo entrar con el código de la puerta".

Jiang Yunian: "...."

Bien, todo fue culpa de Mu Shanchuan.

"Espera un minuto, bajaré enseguida". Jiang Yunian colgó el teléfono, sintiéndose avergonzado y maldijo a Mu Shanchuan mil veces en su corazón. Se puso los zapatos y corrió escaleras abajo para buscar la comida para llevar.

El repartidor estaba esperando abajo con una gran bolsa de comida. Jiang Yunian se disculpó antes de aceptar la comida.

Después de que el repartidor se fue en su scooter eléctrico, Jiang Yunian se quedó de pie en la brisa de la tarde sosteniendo la bolsa de comida y de repente se dio cuenta de que ni siquiera había pedido comida.

De repente, Jiang Yunian miró hacia arriba y vio el auto de Mu Shanchuan estacionado no muy lejos. Una sensación de peligro se apoderó de su garganta, se dio la vuelta y corrió, chocando contra los brazos de alguien con un ruido sordo.

La voz profunda de Mu Shanchuan sonó por encima de su cabeza: "Te atrapé".

Al escuchar estas palabras, la cara de Jiang Yunian se puso roja instantáneamente.

Luchó por apartar a Mu Shanchuan, pero Mu Shanchuan lo abrazó con fuerza. Cuanto más lo empujaba, más fuerte se volvía el abrazo, como si Mu Shanchuan temiera que Jiang Yunian desapareciera si lo soltaba.

-Jiang Yunian -suspiró Mu Shanchuan suavemente en su oído-, realmente me preocupaste.

¡Me preocupé muchísimo!

Jiang Yunian realmente quería abofetearlo dos veces solo para limpiar su cerebro empapado.

"Jeje", se burló Jiang Yunian, "Lo sabías desde el principio, ¿no?"

"..."

Mu Shanchuan ordenó sus palabras y su nuez de Adán se movió inquieta. Dijo resignado: "Hace unas dos semanas..."

Hace dos semanas, eso fue antes de que Mu Shanchuan lo invitara a cenar.

Así que esa cena también estaba planeada.

"Piérdete", dijo Jiang Yunian.

"No lo haré", Mu Shanchuan bajó la cabeza y la enterró en el cuello de Jiang Yunian, casi actuando coquetamente.

Jiang Yunian sintió que tenía que soltar mil maldiciones, pero la abrumadora cantidad de información le atascó la garganta. Después de un rato, logró pronunciar una sola frase: "Mu Shanchuan, jeres... bastardo!"

-Sí, sí, sí, lo que dices es cierto. Yo soy el cabrón. Todo es culpa mía. No debería haberte ocultado eso...

Mu Shanchuan le arrulló al oído y el cuerpo tenso en sus brazos se suavizó gradualmente, como un gato que hubiera sido acariciado cómodamente.

"Mu Shanchuan..."

-¿Hmm? -Mu Shanchuan levantó la cabeza para mirarlo.

La cara de Jiang Yunian se puso ligeramente roja, las yemas de sus dedos temblaron y parecía un poco impotente mientras intentaba empujar a Mu Shanchuan presionándolo sobre sus hombros.

"Tú... quédate... un poco lejos de mí..."

Mu Shanchuan se sorprendió por un momento antes de darse cuenta de repente.

¡Había llegado demasiado rápido y se había olvidado!

Jiang Yunian se tapó la nariz con la mano, sus ojos se llenaron de lágrimas y su cuello rápidamente se puso rosado, como una cereza recién madura, agrio con un toque de dulzura. Al mismo tiempo, Mu Shanchuan también olió el explosivo aroma de feromonas que emanaba de él.

El aroma de las cerezas maduras.

Jiang Yunian estaba en celo.

Ignorando todo lo demás, Mu Shanchuan lo recogió y se apresuró a subir las escaleras.

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