Capitulo 20

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Pat fue despertado temprano por la mañana por un ligero murmullo que provenía de la sala y la cocina. Instintivamente, abrió los ojos de golpe, buscando a su alfa.

Sin embargo, solo encontró la suave y reconfortante camisa de Phupha que siempre dejaba cerca. Sin pensarlo se la coloco, sintiendo el aroma familiar y acogedor que le recordaba a su alfa.

El ligero frío de la mañana se disipó al instante bajo la tela cálida, pero su curiosidad por la actividad en la casa no disminuyó.

Con pasos silenciosos, Pat se levantó con cuidado de la cama, los pies descalzos tocando el suelo fresco de la habitación.

El suave resplandor del sol matutino se filtraba por las cortinas entreabiertas, iluminando débilmente el camino hacia la sala.

Mientras avanzaba por el pasillo, el sonido ocasional de los utensilios de cocina chocando suavemente y el murmullo distante de una voz familiar se hicieron más audibles.

Al llegar a la sala, Pat se detuvo un momento en el umbral. Allí, Phupha estaba frente a la computadora portátil, completamente absorto en un video de YouTube no pudo evitar sonreír al saber que posiblemente sería otro tutorial de comida.

Los auriculares descansaban sobre sus oídos mientras sus dedos hábiles manejaban una sartén sobre la estufa cercana, moviéndola con la destreza de alguien acostumbrado a las tareas de la cocina.

La luz tenue de la pantalla iluminaba su perfil sereno y concentrado, revelando la línea de su mandíbula marcada y la suave curva de sus labios entreabiertos en una expresión de concentración relajada.

Pat se acercó lentamente, consciente de cómo cada movimiento de Phupha, cada gesto cotidiano, era una manifestación de su habilidad y cuidado.

Phupha, aunque inmerso en su tarea, pareció percibir la presencia de Pat. Giró ligeramente la cabeza, los ojos encontrándose con los de Pat bajo la luz matutina.

Una sonrisa suave y cómplice se formó en los labios de Phupha, revelando el profundo afecto que sentía por su compañero.

Buenos días, amor- murmuró Phupha con voz suave pero llena de cariño, apartando brevemente la mirada de la pantalla para dirigirse completamente a Pat.

Buenos días alfa- murmuró Pat viendo al mayor sonreír.

Pat respondió con una sonrisa, sintiendo un cálido cosquilleo en el pecho al escuchar las palabras familiares de Phupha.

Con un gesto suave pero decidido, Pat alargó una mano y acarició la mejilla de Phupha, el pulgar trazando el contorno de sus labios que seguían curvados en una sonrisa.

Phupha, con los ojos brillantes bajo la luz de la cocina, dejó la sartén a un lado. Se giró completamente hacia Pat, envolviendo su figura en un abrazo reconfortante.

El calor de su cuerpo era una promesa silenciosa de apoyo y cuidado, una seguridad que Pat había aprendido a esperar y valorar en cada momento compartido.

El silencio entre ellos era cómodo y lleno de significado. No necesitaban palabras elaboradas para expresar lo que sentían; su conexión hablaba a través de gestos simples pero profundos.

Con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, Pat levantó la mirada para encontrarse con los ojos de Phupha, reflejando el amor y la gratitud que fluían entre ellos como una corriente constante y tranquila.

Te amo- contesto Pat, esta vez con un tono más íntimo y cargado de significado.

Sus labios se curvaron en una sonrisa juguetona antes de inclinarse lentamente hacia Phupha.

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