26- ¿Te gusta la nieve? 🎧

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Mi celular nos interrumpe el momento; es una llamada de Raquel.

-Zoe, ¿me escuchas? -no la escuchaba bien por la música.

-No muy bien, pero dime qué pasa.

-¿Dónde están? -no le podía decir que estaba en la habitación con Charly.

-En la cocina -es lo primero que se me ocurre decir. Charly arruga entre sus cejas y en voz baja me pregunta quién es.

-No creo, yo estoy en la cocina y no estás. -Ay, por Dios.

-No te puedo echar bien. Ya voy para allá. -le digo y cuelgo.

-Era Raquel, quería saber dónde estábamos.

-Mm, y ¿le has dicho que estábamos en la cocina? -dice Charly riendo.

-Pues sí -le digo y bajo mi rostro.

-Vale, bajemos entonces. -me dice Charly y nos ponemos de pie.

Happy se queda encima de la cama. Yo le sonrío.

- Chao, Happy -, le digo agitada, moviendo mi mano.

Nos dirigimos hacia la puerta y, cuando la voy a abrir, Charly la cierra de inmediato, coloca sus manos en ambos lados de la puerta, dejándome entre él y la puerta. Me volteo y mis ojos se encuentran con los suyos. Él me coloca el cabello detrás de las orejas. Aún no lidio con esto, me pongo demasiado nerviosa cuando está cerca de él. Toma mi mentón y lo vuelve a hacer; presiona sus labios con los míos, sintiendo sus dulces y suaves labios. Siento ese mariposeo en mi estómago; esas mariposas se quieren salir.

Después de unos segundos, nos separamos. Tardo unos segundos en abrir mis ojos. Él me acaricia la mejilla y luego me jala hacia él, dándome un fuerte abrazo.

¿Cómo un simple abrazo te puede hacer sentir tan bien? Charly huele tan bien, soy tan pequeña que apenas llego a sus hombros.

Levanto mi mentón y veo a Charly sonrojado; se ve realmente tierno. Me encanta verlo así.

Charly abre la puerta y ambos salimos y el pone su brazo encima de mis hombros.


Al bajar las escaleras, nos encontramos con Raquel y con Iván.

- Por fin los veo, eh -dice Raquel, cruzándose de brazos.

- Pues.

- ¿Pues? Pues a que no creen lo que pasó -dice Raquel.

- ¿Qué pasó? -les pregunto, extrañada.

- Viki bebió de más y quería matar a las de ballet, ya saben cómo es ella, no sabe controlar sus impulsos.

- Y entonces, ¿qué pasó?

- Paúl la besó y así se quedó quieta.

- ¡Qué guay! Creo que hoy ha sido la noche de los besos -me susurra Charly y se me escapa una sonrisa.

- Ya nosotros nos vamos, ya Paúl llevó a Viki a casa, si quieres te dejamos en la tuya, Zoe.

- No, está bien, yo la traje, yo la llevo -le responde Charly.

- ¡Epa, qué bien! -dice Iván, sonriendo.

Todos salimos de la casa para irnos.

- Nos vemos mañana, Zoe. - dice Raquel y me da un abrazo.

- Chao, pelusa - dice Iván. Se despiden y luego se van en el auto de Iván.

Durante el viaje con Charly, no fue tan incómodo como esperé. Charly me comentó sobre Happy y que no es muy amigable con los demás, y que una vez mordió a Paúl por querer cargarlo, pero que al parecer yo le caí bien.

Me quedo observando por la ventanilla del auto.

- Me gustaría tanto que nevara. - dejo salir mis palabras en voz alta.

- ¿Te gusta la nieve? - me pregunta Charly.

- Sí, mucho, y a Zoi le gustaba mucho también. - le respondo sin quitar mi vista de afuera.

- Este año no ha nevado, solo han caído algunos copos de nieve, no muchos - comenta Charly.

Llegamos a casa y ambos nos quedamos en el auto. Esta vez sí me puedes quitar el cinturón.

- Hasta mañana, M.P.

- ¿No se te olvida algo? - me dice Charly y arrugo mis cejas, me volteo para mirarle.

- ¿Qué cosa? - le digo y me encojo de hombros.

El desordena su cabello haciéndolo más atractivo de lo que es. Mi respiración se corta cuando se quita su cinturón y se acerca a mí.

- Déjame recordarte lo que se te olvida - me susurra al oído. Automáticamente dejo de respirar. ¿Cómo es posible que con tan solo sentir su calor, me derrita?

Charly toma mi mentón y posa sus labios en los míos. Cierro mis ojos muy fuerte y, al terminar ese beso, me tardo un poco en abrirlos.

Ese contacto con sus labios en los míos me hice estremecer por completo, mi traidor corazón estaba desesperadamente agitado.

- Hasta mañana, Z. - me dice y luego muerde su labio inferior. Este chico me va a matar algún día. Yo asiento y luego bajo del auto. Estoy 100% segura de que tengo mis mejillas rojas.

Entro a casa con una sonrisa tonta en mis labios. Esta noche fue magia para mí.

Subo a mi habitación, ya que mamá y Jack estaban dormidos. Me veo al espejo y, efectivamente, estaba sonrojada. Aún no lidiaba con los besos de ese chico. Toco mi rostro con ambas manos y me sonrío como tonta.

Saco mi ropa y me pongo mi pijama. Me meto a la cama como una niña chiquita.

Nunca había ido a fiestas, aparte de las de los cumpleaños de mamá, Jack y, antes, los de mi Zoi. Pero no había estado tan mal; he logrado muchas cosas, y ese beso fue increíble.






El Silencio De ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora