Capítulo 10

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—Oye ¿Qué te pasa?- me miró algo dudoso y se libero fácilmente de mi agarre.

—Shi, silencio  es que sentí que alguien me seguía por detrás.

Me miró algo sorprendido por mis palabras y se dispuso a mirar a través de su ventana que tenía vidrios polarizados.

—Solo está Nahomi, y al parecer está buscando a alguien.

— ¡Qué!

— Dime ahora enana ¿en qué te metiste?- me miró con una cara imponente y demandante informándome que debía decirle la verdad.

— P-pues nada... Que yo sepa

—BETH..

—ES LA VERDAD, pero solo tengo en claro que estoy asustada ¿okey? No sé que diablos hice para terminar enredada en toda esta mierda. Y-yo no pedí, no pedí ser entregada y no pedí está vida - estaba tan cansada que sentí que algunas lágrimas caían de mi rostro mientras que me acercaba a él.

—Y-yo que hice mal Alejandro, no lo entiendo...

Caí al suelo de su sala llorando, nunca lloraba en público mucho menos me mostré llorando a algún amigo pues siempre me dispuse a mantener la fachada de "payaso" ante los demás.

Este al verme en ese estado corrió a abrasarme.

—No entiendo de que hablas pero no puedo ayudarte si no me lo dices.- me dijo miemtras me apoyaba en su regazo. Alejandro.. él fue mi primer amigo desde tercer año de secundaria, lo sentí siempre como un hermano y alguien bueno con el cual contar.

Su mirada mostraba comprensión y calma.

No resistí más y mientras lloriqueaba le conté todo. Lo que mamá hizo y como terminé trabajando en un hotel para redimir pecados. Este me miraba con una mirada de pena y consolación de su parte

Ya cuando estaba algo calmada trajo consigo un vaso con agua

—Oye ¿piensas que estoy loca?

—No

—¿Por qué me crees entonces?

— Oh Betsabeth olvidas que ese tipo de pactos y encuentros con demonios es algo común aquí en la región, y lo más importante olvidas que ambos tenemos ciertas "habilidades" con lo paranormal.

—Sí, pero jamás creí vivirlo de primera mano- mencioné algo decaída.

Él me habrazo en señal de apoyo y me dejó sentada en su meseadora el cual tenía en medio de su sala.

—Veo que ya no hay nadie, pero... El problema será el como llegar a tu casa. - lo mire por un segundo y luego bajé mi vista al vaso- Si tuviera la moto de mi papá te llevaría.

Sacó su celular de uno de sus bolsillos e inmediatamente buscó algo allí.

—Oe ¿No tendrás a alguien capas de enfrentar o exorcisar a tu "amo"- me dijo con cierta duda

—La verdad...- pensé por un momento- no lo creo y discúlpame, no quería meterte en este lío.

No dijo nada pero se acercó a mi y me miró con una cara de decepción y regaño

—¡OYE! NO TENIAS OPCIÓN¿OKEY?- miró un momento su saco de boxeo el cual tenía colgada a la izquierda de su pared. Parecía buscar las palabras correctas para hablarme, él siempre se caracterizó por ser un chico bueno y gentil con los demás, con el tiempo empezé a apreciarlo bastante más no obstante siempre parecía preocuparse por mí.

Dió un suspiro y me volvió a mirar.

—Solo... Piensa que por ahora estás asalvo como tú mejor amigo y causa te prometo cuidar- me dió una sonrisa que me transmitió calma.

Mi Señor (Alastor x oc (TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora