Creo que empezaré a editar este libro. Pero disfruten el capítulo (perdón por desaparecer prometiendo les actualizaciones constantes)
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Ya había pasado un tiempo y podría decirse que ya me estaba acostumbrando a mi nuevo estilo de vida. La cual consistía en escuela-trabajo.
Sin embargo noté como poco a poco Alejandro se iba alejando de mi, ya no era el mismo de antes y simplemente me dejaba en visto o ignoraba. Cambiarse de aula al parecer en cierta parte le gustó, no digo que está mal que haga nuevos amigos pero me di cuenta que soy fácil de reemplazar.
Sin embargo solo le deseé lo mejor, no es como si nos vayamos a separar para siempre después de todo. Intenté ser positiva ante las adversidades que me llegaban. Pero quedó un trauma en mi -realmente soy reemplazable- ante ese pensamiento poco a poco me deprimía pero sacudí la cabeza para alejar ese pensamiento malo.
Y me concentré en llevar algunas cosas para limpiar la habitación de mi señor. Observé a Sir Pentius de reojo y me sorprendí al ver que había construido una especie de máquina aniquiladora — Que miedo— pensé mientras miraba a Charly con una cara de no entender lo que pasaba.
Esta se dió cuenta y me hizo una seña para darme a entender que estaba bien, y sin más subí por las escaleras para dar con la habitación del señor Alastor.
Toqué la puerta y se abrió — ni aunque viniera toda la vida me acostumbraría a esa manía da miedo — me dije a mi misma mientras entraba.
-Espero no te moleste que esté comiendo algo mientras trabajas querida — eso claramente era sarcasmo pero tampoco es como si pudiese responder así que me límite a solo negar con la cabeza y decir una respuesta corta.
-No, no me molesta señor Alastor.
Solo di una pequeña mirada hacia él y en ese momento me gustaría no haberlo hecho — Está comiendo un ¿venado crudo?... ¡¿Un venado de verdad?! Eso es increíble pero asqueroso— ante esos pensamientos mi cuerpo se estremeció pues también noté que tenía moscas alrededor — Me será difícil olvidar lo que ví hoy—
Sin más me puse a limpiar bajo su atenta mirada, me sentía algo incómoda pero podía trabajar con eso.
Mientras limpiaba uno de los estantes de libros que tenía de la nada se abrió la puerta dejando ver a la señorita Vaggie.
-Alastor — gritó llamando la atención del mayor.
-¿Me disculpas? Aun no termino de desayunar— dijo usando un tenedor y un cuchillo para cortar la carne del venado y llevárselo a la boca.
-Estos huevos son una plaga tienes que necesito que te deshagas de ellos
-Debiste decir eso antes- dijo animadamente haciendo aparecer bastón.
-Sin dañarlos.
- Hum.. ya no es estimulante
Me miró con una cara macabra y me hizo una seña para acercarme a él.
Salimos de su habitación dejando atrás a la señorita Vaggie. Mientras que detrás de nosotros estaban los pequeños huevecillos del señor Sir Pentius.
—Adorables— pensé mientras miraba a uno de ellos, dirijí mi mirada al frente y me di cuenta que saldríamos al exterior. Trague grueso pues desde mi llegada aquí nunca salí afuera pero por lo visto esta será mi salida junto a mi señor.
Me puse algo nerviosa ante mi recordatorio de que estaba en el infierno, un lugar peligroso y súbitamente ostil, lugar de todas las almas pecadoras y corruptas del mundo — Quiero irme a mi camita— lloriquie un poco en mi mente. Tenía miedo MUCHO miedo.
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Mi Señor (Alastor x oc (TN)
FanfictionAhora eres mi esclava querida, tu madre me vendió tu alma, así que ahora me perteneces- Dijo una voz de radio Empezé a enfocar mi vista para poder visualizar lo que me hablaba .... Sí- Dije en forma de susurro Perdonen las faltas ortográficas es mi...