parte 8

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Lo primero que vio al abrir los ojos fue a Harry. Sus ojitos cerrados, sus labios entreabiertos y su ceño fruncido. No podía con tanta ternura.

La noche anterior Harry había sido respetuoso y había apreciado cada parte de su cuerpo cual obra de arte. Se sentía pleno, amado por primera vez.

- No me sigas mirando porque voy a comerte a besos.

Se sobresaltó un poco, había estado admirando la belleza de su acompañante que no se había dado cuenta que ya había despertado.

- Buenos días. - sonrió.

- Buenos días, precioso.

El día pasó lento. Harry se levantó primero, no sin antes consentir a Louis con unas cálidas muestras de amor, y se ofreció a preparar el desayuno mientras el ojiazul hacía las suyas.

- Tu ponte más hermoso de lo que eres, y baja a desayunar.

Louis asintió y rápido le robó un beso al ojiverde para luego meterse al baño.

Cuando bajó a la otra planta ya estaba servido el desayuno y se sentó. Agradeció que Alice estuviera en su descanso.
Comieron plácidamente, y finamente sacó el tema de conversación al que le temía un poco.

- Harry, tengo que ir a casa de Finn.

Harry voltea a mirarlo.

- Claro, Lou. Si eso es lo que quieres, iremos.

- Gracias. - le sonríe y el rizado le devuelve la sonrisa. Amaba que sea tan comprensivo. - Necesito terminar ésto, ponerle un fin.

- Entiendo, está bien. Te apoyaré. - asintió.- Es lo mejor, pero te acompañaré.

- De acuerdo. De todas maneras quisiera que te quedes afuera, para evitar problemas solamente. - murmuró. - Conozco a Finn, y lo prefiero así.

- Louis...

- Tranquilo, Hazz. - estira su mano y la entrelaza con la de Harry. - Estará todo bien, pero es algo que necesito hacer.

Harry entendía, por supuesto que lo entendía, pero tenía miedo. Louis estaba tan bien ahora, que tenía miedo de que alguien venga y lo arruine todo de nuevo.

Pero confía, confía en Louis y sabe que él va a poder solucionarlo, porque sabe que es capaz de ello y de mucho más.

Louis tuvo opciones de poner una demanda pero no eligió ninguna. Decidió que alejarse fue lo mejor, en los brazos de Harry se sentía seguro, se sentía valorado y para él eso era más que suficiente. Su débil alma quedaría marcada por siempre por Finn, quien fue su primer amor y su primera vez en todo, el cual no dejó signos de una buena vida, pero con Harry ahora metido hasta en lo más profundo de su corazón sintió que volvió a nacer.

- Te amo, Harry.

Me Salvaste (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora