𝓣ɾɑbɑjo imposible

౨ৎ XX

Si en el diccionario buscas el significado de tortura psicológica, te aparecerá una descripción de los siguientes días que le sucedieron en la vida del joven Felix.

Una mañana llegó algo inquieto a la oficina por lo que pudiera hacerle el loco de su jefe, y efectivamente, cuando llegó a su mostrador y lo encontró cubierto de espuma de afeitar.

─ ¡Vaya desastre! ¿Quién habrá podido hacer una cosa así? ─ dijo Hyunjin apoyado en la puerta de su despacho con un bote de espuma de afeitar en la mano ─ Yo no he visto a nadie, te lo juro.

Felix lo ignoró, lo mejor era hacer eso. Fue a buscar trapos y un cubo para limpiarlo. Se pasó el resto del día llamando al departamento de informática para que le cambiaran el portátil porque quedo mojado de espuma y para poder conseguir los archivos que tenia dentro.

Cuando uno de los técnicos subió para llevarse el equipo, Hyunjin llegó a su clímax con el volumen a tope, desde la "intimidad" de su despacho. El técnico se quedó pasmado e Felix quería morirse de vergüenza, pero no cedería tan fácilmente.

El día siguiente no fue mejor.

─ Felix, he organizado tres reuniones para hoy.

─ Menos mal... por fin has decidido dejar este juego absurdo y centrarte en...

─ No, no, no querido Felix. He organizado las reuniones para la misma hora, en distintos pisos de este edificio. Y te diré, que solo asistiré a una de ellas. Tu tendrás que averiguar cual.

─ No me hagas reír, ¿Qué reuniones son esas?

─ Averigua.

─ Aun no me han recuperado la agenda de las copias de seguridad, al parecer alguien borró todos los archivos antes del indecente de la espuma.

─ ¡Que persona tan desalmada! -Felix se contuvo de asfixiarlo con sus propias manos. ─ El caso es... que tendrás que asistir a la que yo vaya, no puedo ir a mi reunión sin mi ayudante. Si averiguas a cuál voy y te presentas, no te molestaré nunca más.

─ No hablas en serio.

─ Hablo completamente en serio.

─ Preséntate a la correcta y tendrás al jefe perfecto que siempre soñaste y para siempre.

─ Júralo.

─ Te lo juro por mi porno. Eso si que es sagrado.

─Mmm...está bien.

Felix pensó que era demasiado fácil, algo tenía que tener trampa, decidió seguirlo donde fuera. Salía cuando él salía del despacho, y cuando iba al baño y cuando bajaba a dar una vuelta por los diferentes departamentos.

Incluso lo siguió cuando se fue a comer a un restaurante como solía hacer. Podía verlo desde fuera, se sentó en un banco y disimuló que leía un periódico Mientras se tomaba un sándwich.