౨ৎ XXIX

1.5K 198 26
                                    

Al día siguiente ni se saludaron

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al día siguiente ni se saludaron. Felix ni le replicaba nada, ni se quejaba, ni le obligaba a cumplir sus tareas, ahora ya no le importaba tanto.

Esa semana hizo varias llamadas y muchas más personas de las que se esperaba aceptaron la entrevista.

─  Buenos días, vengo a la entrevista ─ un chico le dijo.

─  Pasa y toma asiento por favor, eres el primero  ─ Felix había preparado una sala justo en el piso de abajo para llevar a cabo la primera entrevista antes de presentarle a alguien al director.

Le hizo varias preguntas y le comentó las obligaciones del puesto. El chico comenzó a ponerse blanco, se notaba que quería irse pitando de allí, hasta que le mencionó el dinero. Nadie rechazaría ese sueldo.

Ahora debía pasar la última prueba. Conocer a Hyunjin, que por su experiencia sabía que no sería tarea fácil.

Felix le advirtió y consejo que no se pusiera nervioso.

Enseguida entraron al despacho, las cortinas estaban echadas, produciendo un ambiente oscuro. Detrás de un escritorio de madera se encontró su jefe. Un hombre embutido en un traje negro, con el pelo moreno y con una mirada de asesino.

Fulminó al chico, si pudiera hacerlo, lo habría matado con los ojos.

─ Este es el primer candidato a mi puesto, sé bueno con él  ─ dijo Felix.

─ Buenos días director  ─  el chico hizo una exagerada reverencia.

─  Estudios  ─  Hyunjin volvió a prestarle atención a la pantalla de su ordenador.

─  He estudiado administración de empresa, tengo un grado superior en administración, también trabajo como...

─ Novia

─ ¿Perdón?

─ Que si tienes novia.

─ No señor.

Felix se tapó la cara con la mano. Hyunjin desvió la mirada de la pantalla para volver a asesinar con la mirada a ese chico por llamarlo señor.

─  527 por 415.

─ ¿Qué?

─ ¿Estás sordo o no sabes multiplicar?

─ Eh.. pues... cinco..doscientos...

─ Tarde, fuera.

─ Puedo utilizar la calculadora de mi teléfono, eso no influirá en mi trabajo-

─ ¿Estás sordo?, FUE-RA.

─  Señor, si me da una oportunidad...

─ Voy a tener que llamar a seguridad.

─ No señor, vera...

─  ¡SEGURIDAD!

─ Lo siento, ya me voy.

El chico salió corriendo de allí.

𝓣ɾɑbɑjo imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora