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Lee Felix consigue el trɑbɑjo de ɑyudɑnte de dirección en unɑ grɑn empresɑ de publicidɑd. El único ɑl que tiene que rendirle cuentɑs es ɑ su ɑrrogɑnte, egoístɑ, sɑ́dico y pervertido de su jefe. ¿Tirɑrɑ́ lɑ toɑllɑ o se ɑcostumbrɑrɑ́ ɑl...
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Felix pataleo en la cama, puso la mano en la almohada y gritó hasta dejarse la garganta seca. Se quedó tendido en la cama abrazando la almohada un rato.
Esa cama la aprecia mucho más grande ahora. Acarició las sábanas justo en el hueco que quedaba a su lado. Se lo habían pasado muy bien ahí.
Cuando se despertaba antes de que Hyunjin, solía estar babeando con la boca medio abierta y el pelo por delante de la cara. Y aun así estaba guapo el desgraciado.
Se levantó y fue a la pequeña cocina a cocer arroz y el pollo. Pero no tenía apetito, se le había cerrado el estómago.
Comió un poco pero como si no lo hubiera hecho. Tenía el estómago revuelto. Tuvo que volver a la habitación y tumbarse en la cama e inconscientemente volvió a acariciar las sábanas.
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─ ¿Seguro que quieres hacer esto?
Hyunjin lo había hecho pasar a la habitación. Se había puesto a fumar un cigarrillo y no lo miraba a la cara.
Estaba con su albornoz y recién duchado. Hyunjin lo había llamado a última hora como siempre.
El chico del que no se sabia el nombre estaba ahí, se sentó en la cama y se quitó la chaqueta. Hyunjin continuaba fumando mientras miraba por la ventana.
─ ¿Qué te pasa? ─ le preguntó el chico.
─ No es asunto tuyo. Desnúdate.
El chico comenzó a quitarse la camisa.
─ No me gusta hacerlo así, me das un poco de miedo.
Dió una larga calada y lo ignoró. Su mente estaba en otro lado.
Dejó la camisa en una silla y se acercó por detrás de Hyunjin. Lo abrazó por la cintura y pegó su cara a su espalda.
─ ¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?
Hyunjin apagó el cigarro en un cenicero y le apartó las manos al chico. Caminó despacio hacia el otro lado de la habitación. Señaló la cama y el chico volvió a sentarse en el borde.
