El comienzo del fin. ( Historia corta)

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Corría desesperado por el bosque.
Olisqueaba el aire en mi forma humana como si mi bestia estuviese al cargo de mi cuerpo.

No era consciente de que supiese donde estaba, pero mi instinto decía que debía tomar ese camino.

Apreté el paso cuando un aroma conocido llegó a mi nariz.

Olía a jazmines, el olor de Alina.

Miré hacía todos lados a la vez que frené tan rápido que la tierra se removió a mis pies.

— ¿Qué...

Es lo único que pude pronunciar antes de tomar la posición de alerta.

La olía , sabía que ella estaba ahí , pero no veía nada...solo bosque.

—¡Alina!...¡Ed!.

Grité , colocando las manos alrededor de mi boca.

Oí un quejido... no había dudas, era de Ed.

— ¡Ed!, hermano... ¿Qué ocurre?... ¡Alina!...¿Dónde demonios estáis?.

Caí de rodillas , cuando un profundo dolor se apoderó de mi pecho .

Atrapé mi camiseta con el puño de mi mano, apretando así la tela entre mis dedos y sintiendo en ellos los latidos de mi corazón.

—¿Qué ocurre?. ¿Por qué no puedo verlos si los oígo y los siento?.

Un agónico sonido de parte de Alina hizo que mi pelo rozase el manto de yerba y tierra que tenía bajo mis rodillas.

Un chirrido se metió en mis oidos .
Agarré estos para amortiguar el sonido que me hacia retumbar la cabeza.

Sentía como un líquido espeso y caliente chorreaba procedente de mis tímpanos apunto de explotar.

Grité tan fuerte que las hojas que se encontraban a mi alrededor vibraron con el sonido.

Alister... Ayúdanos...no puedo hacerlo solo. Alina y Ed...están sufriendo, debes ayudarnos.

—¿Quién eres?. ¿Por qué me duele que me hables?...¿Qué quieres de mí?.

Pude pronunciar sin poder moverme del suelo.

No quiero nada, necesitamos tu ayuda, Alister, hijo de Zain. Él...se ocupó del clan que hoy te pertenece...Ayúdanos y te juraremos lealtad. Seremos tu manada... Ayúdanos Alister...Ayúdanos...Ayúdanos.

Esa última palabra se repetía dentro de mi cabeza cada vez más lejana , hasta que al fin se perdió, dejándome un pitido insoportable en los oidos , pero al menos era más llevadero, ya que este a cada segundo que pasaba iba disminuyendo.

— ¡ Joder!, ¿ en qué se ha convertido mi vida?.

Dije limpiando mi nariz , ya que esta también sangraba.

— ¡ Quiero ayudaros!...¿¡ Cómo demonios lo hago!?.

No sabía a quien le gritaba o a quien le preguntaba, solo sabía que yo también necesitaba ayuda para saber que hacer a continuación.

Todos exigian algo de mí, pero yo me sentía totalmente perdido.

De pronto un destello pasó por delante de mí.

— ¿Qué carajo...

Por un momento vi un gran castillo ante mí.Uno que ardía entre llamas... ¿Esa que había delante de la visión era Alina?.

No lo podría asegurar , ya que solo lo ví por un segundo.

— ¡Alina si eres tú ,ayúdame!.

Ahí estaba de nuevo. Volvia a ver el castillo de fuego.

Salí corriendo hacía la visión antes de que volviese a desaparecer.

Esta vez pude ver como estaban en plena batalla.

Había lobos enormes que atacaban sin cesar a Ed , el cual cojeaba y a Alina.

Ella estaba flotando en el aire ,rodeada por un haz de luz, su pelo rubio , casi blanquecino , volaba alrededor de su cara.

Ella echó un vistazo por encima de su hombro y al verme detras de ella sonrió.

Ese leve despiste le costó que un lobo enorme saltase sobre ella y la tirase al suelo de un zarpazo.

Rugí mirando al cielo y sin más noté como mi estatura se alzaba , mi boca ensanchaba dando paso a unos enormes colmillos , mi cuello cosquilleaba al rozar el cabello que no dejaba de crecer por mi espalda, la camiseta que llevaba se rompió en mil pedazos , mis pantalones se rajaban , dando paso al crecimiento de mi nuevo ser.  Mis uñas desaparecian de mis dedos para dar paso a unas enormes garras.

Esta transformación era diferente pero a la vez me era familiar.

Para mi sorpresa no me había convertido en lobo, estaba de pie.

Era un hombre lobo , me sentía lleno de poder y estaba dispuesto a luchar por ellos, fuesen mi clan o no.

Lo primero que hice fue correr hacía el lobo que había atacado a Alina.

Salté sobre él , ya que este la tenia acorralada contra un árbol.

Le clavé las garras en el hombro , a la vez que mis dientes se clavaban en su cuello.

Este abrió los ojos amarillos con sorpresa , rugió cambiando  su objetivo, centrándose en mí, eso era exactamente  lo que quería.

El lado de mi hocico se alzó dejando ver claramente mis  colmillos.

— Alister... al fin regresaste.

Dijo Alina antes de alzarse de nuevo  sobre mi cabeza dentro de su halo de luz.

Al saberla a salvo de peligro momentáneamente , me centré en mi oponente , aprovechando que este miraba con rabia a Alina , le clavé los colmillos en el cuello.

No queria entretenerme con este insignificante  chucho, necesitaba ir por el jefe.

La sangre le borboteaba de las mordidas de su cuello , los ojos , antes amarillos , se iban poniendo blancos al perder la vida mientras  yo no dejaba de apretar mis dientes en su carne.

Las manos aflojaron su agarre , dejándome  claro que su vida ya habia expirado  en mis manos , al oir el crujido de su cuello.

Le solté, escupiendo la sangre que acumulaba en mi boca encima de su cuerpo sin vida.

— Alister...Alister...ve por el hombre de la vara... Rómpela...Alister... el tiempo se agota para mí...la vara...

Mi cabeza giró , buscando rápidamente... hasta que vi a mi objetivo escondido entre unos matorrales, donde le custodiaban cuatro lobos.

Salí corriendo sin apartar la mirada de mi objetivo.

Iba apartando cuanto lobo se me acercaba , daba mordiscos a diestro y siniestro, ni siquiera  parpadeaba cuando me alcazaban sus dientes.

Mi objetivo  se movia nervioso, veía en mi mirada que iba por él.

Este era humano, o eso parecia  , ya que sus ojos parecian plateados desde aquí.

Avanzaba a buen paso, casi estaba ahí , cuando oí el lamento  de Ed .

Giré mi cabeza y ví como él caía herido en el manto que antes era verde y ahora estaba teñido  de rojo.

"¡Ed!". Grité en mi interior , corriendo hacía él.




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