Solo estamos nosotros en este mundo, solo nosotros nos entendemos así que ¿Porque no estar juntos?
Una historia donde nuestros protagonistas serán una peculiar familia que hará lo imposible para estar unidad en un mundo donde habitan los demonios...
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A la mañana siguiente los tres chicos se encuentran en el patio de la finca, enfrente de ellos esta el pilar del viento, Giyu se encontraba adentro terminando de lavar los platos que habían utilizado en el almuerzo, Genya estaba sentado en el porche viendo a su hermano.
-A partir de la siguiente semana comenzara su entrenamiento para convertirse en cazadores- La voz de Sanemi daba autoridad en ese momento.
-Disculpe Sanemi-san- Tanjiro levanto la mano- ¿Y porque hasta la próxima semana?
-Porque Muichiro aún no se recupera- Esa era la excusa principal, la otra era que quería pasar algo de tiempo con Giyu a solas – Pero estarán ocupados por lo tanto, ¡GENYA VEN!
Por un momento pensó en ignorar a su hermano, pero al ver su mirada en él sabía que solo había dos opciones, o él iba por su cuenta o su hermano iría a por él y no de la mejor manera, sin más se levantó y fue hasta su hermano.
-Genya ya ha empezado su entrenamiento desde hace ya unos meses así que él será su maestro esta semana- lo ojos de Genya se abrieron y encaro a su hermano.
- Y ¿por qué yo? Ellos son tus tsugukos.
-Porque yo lo dijo- las miradas de ambos hermanos era retadora, como una guerra de miradas que parecía que el pilar iba a ganar.
-Sanemi-san- Tanjiro noto como el ambiente que los rodeaba se volvía cada vez más tenso- Si Genya está también en entrenamiento ¿Qué nos puede enseñar?
Sanemi volvió a mirar a los tres – Lo básico mocoso, aunque Genya este en pleno entrenamiento sabe lo principal, respiraciones, rangos y esas cosas.
Los dos hermanos ya sabían un poco más sobre cómo era la cofradía gracias a Giyu aun así les faltaba entender un poco.
-Ustedes dos son Tsugukos, cuando acabe la semana tendrán que elegir quien será mi sucesor y quien será el de Giyu .
- ¿Y Muichiro?- el nombrado ni siquiera estaba prestando mucha atención, estaba más ocupado mirando en cielo.
-El patrón piensa que él tiene mejor potencial para ser pilar- tanto los hermanos como Genya miraron sorprendido al chico que ni siquiera los miraba.
-Bien sin más, tienen esta semana para aprender lo básico – el pilar se fue para dejar a los cuatro solos.
El silencio reino el lugar, nadie quería hablar.
-Y ¿Cuál será la primera lección? - pregunto Tanjiro
-Al parecer no tengo opción- suspiro resignado- Primero que nada, que es lo que saben.
-Bueno... Giyu-san nos ha hablado de cómo está conformada la cofradía y como es que se llega a ser pilar. -Comento Tanjiro
-Bien, les hablo de las respiraciones- ambos negaron la pregunta- Entonces comenzaremos desde hay.
Genya se sentó en el suelo seguido por los hermanos y Tokito que comenzó a prestar atención.
-No se veía muy contento tu hermano- ambos pilares estaban en el porche viendo a los cuatro chicos.
-No importa... de todos modos esto le puede ayudar-Sanemi estaba recostado en el regazo de su novio.
- ¿Qué te dijo Himejima-san?- Giyu comenzó a acariciar el cabello blanco de su pareja.
-Al parecer Genya aun no puede utilizar aun la respiración del viento- desde hace unas semanas a su hermano se le ha complicado usar la respiración que el utiliza haciendo que se desespere- Estoy pensando en que mejor aprenda la respiración del agua.
-No te preocupes, de seguro la manifestara tarde o temprano, aún le queda mucho por entrenar.
-Eso espero- giro su cuerpo para abrazar la cintura de su pareja y dormir un poco.
La tarde había llegado y aun los chicos estaban en el patio, Genya se le complicaba explicarles sobre las respiraciones, él no tenía mucha paciencia para enseñar y que Muichiro olvidara las cosas cada vez que cambiaban de tema no ayudaba mucho.
- ¿Ya les quedo más claro? - Nezuko y Tanjiro asintieron, pero Tokito estaba perdido en sus pensamientos- ¿Tu entendiste?
Tokito no le respondió ni tampoco quito su mirada del suelo, eso termino con la poca paciencia que tenía Genya
- ¡QUE SI ENTENDISTE MALDITA SEA! - El grito se escuchó hasta la finca, eso hizo que Tokito saltara del susto.
-Si ya entendí- contesto sin más- No tienes por qué gritar.
-Entonces contesta cuando te hablo- Llevaban casi todo el día tratando de que Tokito lograra recordar todo lo que habían hablado así que ya no podía más.
-Tranquilo Genya, ya entendió eso ya es bueno- Nezuko trataba de controlar el temperamento del chico, llevaba peleando con Tokito desde la mañana y ya no soportaría otra pelea.
- Mejor vamos a comer algo, de seguro Giyu-san y Sanemi-san no tardaran en regresar- Ambos pilares hace ya unas horas habían salido, no les habían dicho a donde pero mientras no estaban Genya estaba a cargo de ellos.
-Bien, asi puedo alegarme de ustedes por lo menos unos minutos-Genya se levantó y camino hacia dentro de la finca.
-Da miedo cuando se enoja ¿no creen? - Tanjiro se levantó del suelo y ayudo a su hermana.
- ¿Sera que viene de familia? - para cualquiera que conociera a Sanemi y a Genya notaria que son hermanos.
-Mejor vámonos a dentro. No quiero hacerlo enojar otra vez-Los tres volvieron a la finca.
Unas horas después llegaron Sanemi y Giyu que cargaban unas cuantas bolsas con más comida y cosas para los chicos, normalmente no había muchas cosas en la finca ya que ambos suelen estar más tiempo en misiones y Genya muchas veces decide quedarse con Gyomei ya que aún no se acostumbra a la presencia de Giyu en la casa.
-Mañana iremos a la cuidad para comprarles más cosas, es mucho mejor allá – les dijo Tomioka.
Todos estaban afuera disfrutando el atardecer, Giyu estaba peinando a Nezuko.
-Muchas gracias por todo, Giyu-san- Tanjiro estaba comiendo unos ohagis que había hecho para el pilar del viento.
-Solo irán ustedes- Hablo Sanemi- Mañana entrenare con Genya, quiero ver que tanto has progresado.
Genya simplemente lo ignoro, aunque entrenaba todos los días parecía no haber mucho progreso con el entrenamiento ya llevaba casi un año entrenando tanto con Gyomei como con su hermano, pero aún no podía manifestar una respiración, eso cada vez lo frustraba. Después de que el sol por fin se ocultara todos entraron para poder descansar, tendrían un largo día mañana.
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