Era nuevo, Helaena siempre tuvo muy claro que algún día terminaría casándose, era una mujer, una princesa, era su deber crear alianzas por el bien del reino, pero eso no quitaba esa sensación tan extraña, su compromiso solo había sido anunciado una semana atrás y ya podía notar los cambios, como la trataban diferente. Podía escuchar los susurros, el cómo decían que una niña tan rara sería reina algún día, lo único amable que decían de ella es que sería una buena madre en el futuro.
No sabía exactamente qué era lo que le molestaba, pero sentía un malestar constante. Las horas de vuelo que dedicaba a despejar su mente eran prueba de ello. Quería culpar a alguien, enojarse con alguien por recordarle que solo era un peón en el juego del reino, movida a beneficio de otros. Pero sabía que no había nadie a quien culpar, así eran las cosas, rara vez los de alta cuna se casaban por amor. Tal vez eso era lo que más le dolía, ser recordada de su deber, enfrentarse a la realidad que tanto había querido ignorar.
Dreamfyre soltó un rugido al sentir la molestia de su jinete que se había detenido a mitad del vuelo. La princesa inclinó ligeramente su cuerpo para acariciar el cuello de la dragona celeste, por un momento se había olvidado que estaba en el lomo de su dragona, a muchos metros arriba de la fortaleza roja. Planeaba regresar hasta que pudo notar un pequeño dragón de color verde salir de Dragonpit. Helaena dudo, parte de ella le decía que mejor dejara el vuelo para otro día e regresara a sus aposentos pero lo ignoro y tomo las cuerdas de Dreamfyre para guiarla a donde quería, bajando de la dragona apenas esta toco tierra, deslizándose sobre su ala que se había extendido en el suelo.
Los cuidadores se acercaron para llevar a la dragona, pero Helaena negó con la cabeza, asegurándoles que su vuelo continuaría. Con una expresión tranquila, se dirigió hacia el príncipe Jacaerys, quien, a pesar de notar su llegada, mantuvo su mirada en su dragón, esperando que ella tomara la iniciativa.
Helaena miro al joven Vermax con admiración una vez sus pasos sé detuvieron, estando lo suficiente cerca para hablar con Jacaerys sin invadir su espacio personal, pensando unos momentos en que decir. No convivía mucho con su sobrino así que era fácil que la incomodidad se apoderara de ella, bueno, más bien, la princesa era alguien de pocas palabras, pero hacía su intento, por el bien de sus relaciones con otros.
— Vermax ha crecido mucho — Dijo finalmente, jugando con sus dedos — ¿Le gustaría unirse a mí en un vuelo, príncipe?
— Con mucho gusto, princesa. Solo espero que Vermax pueda seguirle el ritmo a Dreamfyre. — Respondió Jacaerys con una leve sonrisa, añadiendo un toque de ligereza a la situación. No había algo que lo detuviera así que no podía hacer daño, además, era algo que planeaba hacer tarde o temprano.
— Ya lo veremos — Contesto Helaena con simpleza, una sonrisa amistosa decorando su rostro.
Mientras el príncipe se subía al lomo de su dragón Helaena regreso con su dragona, subiendo a su lomo con ayuda de su ala celeste debido al gran tamaño que esta tenía, subir después de estar en tierra siempre le hacía sentir un poco de vértigo pero agradecía que el sentimiento pasara con rapidez. Helaena tomo las riendas una vez estuvo lista, indicando a Dreamfyre que era lo que debía hacer en alto valyrio.
El tiempo en el aire no paso de una hora pero fue divertido para ambos príncipes, los dragones jugueteaban entre ellos e incluso hicieron una carrera para ver quién era más rápido, Jacaerys gano gracias a que Vermax era más rápido. Bajaron de los dragones entre risas, ambos estaban hechos un desastre pero no les importo, lo único que les importo en ese momento fue que se la pasaron bien.
En su caminata de regreso a la fortaleza fue cuando el castaño por fin se permitió observar a la peliblanca con detalle, notando la forma en la que su cabello ligeramente ondulado estaba desordenado, el morado profundo de sus ojos, sus labios e mejillas siempre de un ligero color rosa. El príncipe jamás había notado esas pequeñas cosas en su tía hasta ahora, sabía que Helaena podría sentir su mirada pero no podía detenerse, había algo que lo atraía.
ESTÁS LEYENDO
𝓓𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 𝓤𝐍𝐈𝐓𝐄𝐃 𝓑𝐘 𝓕𝐀𝐓𝐄
RomanceLa princesa Helaena por fin será comprometida, pero no con quien se pensaba originalmente para ella. A sus trece onomásticos se tomó la decisión de una unión entre la tercera entre los hijos del rey Viserys I con el hijo de la heredera, Jacaerys Str...