Al principio todo se veía negro, luego sangre y al final varias copas con vino derramadas. Helaena apenas pudo reaccionar cuando despertó, el agua de la tina ya estaba fría y Dyana la estaba esperando con una toalla en manos. La princesa se levantó de la tina con cuidado, su mente más llena de preguntas que dé respuestas, Dyana envolvió su cuerpo para luego dejarla sola, así ella podría secar su cuerpo mientras buscaba su ropa.
Helaena pidió a Dyana que le avisara al guardia de su puerta que pidiera por una de sus otras damas, deseando ayuda con su cabello y en las joyas que usará. La rubia hizo caso de inmediato, saliendo un momento de la habitación e ir a buscar ella misma a alguna de las sirvientas de Helaena para darle ese momento a la Targaryen para tomar un respiro y dejar que todo salga.
Cuando Dyana regresó se encontró con el príncipe Aegon hablando con Helaena, ambos parecían hablar de algo alegre, juzgando por sus sonrisas, así que ambas damas se quedaron en la puerta para esperar indicaciones de la princesa. Las damas que servían a la princesa Helaena seguido preferían mantener la distancia de su hermano mayor, lo respetaban por ser de la familia real, pero no era el mejor hombre en el palacio.
— Su alteza, la princesa Helaena debe vestirse. Si no es mucha molestia, le pido que se retire — Dyana decidió hablar, con la cabeza baja pero manteniendo una expresión calmada.
Aegon dejó la conversación con su hermana para ver a la dama, observó a la joven de pies a cabeza por un par de segundos para luego ver a su hermana, esperando a que ella misma le dijera que quería que se retirara. Helaena asintió, Aegon por fin despidiéndose de su hermana luego de dejarle un beso en la mejilla, las damas hicieron una reverencia cuando pasó por la puerta.
— No se pongan tristes por él, es mi hermano y lo amo, pero es un idiota. No le gusta que la gente le diga que hacer — Explicó Helaena con calma al notar cómo ambas de sus damas estaban tensas. Camino a paso lento para indicarle a Dyana que le pusiera el vestido que dejó sobre la cama antes de haberse retirado.
Dyana soltó un suspiro, volteando a ver a Myrah, la otra dama de Helaena, antes de empezar a ayudar a la princesa Targaryen a prepararse. Dyana se encargaba de poner el vestido, mientras que Myrah del cabello, Helaena solo se miraba frente un espejo en silencio.
— Myrah, nunca me dijiste de qué casa eras — Comentó la princesa, dándose cuenta de que no conocía tanto de la joven como de Dyana.
— Soy de la casa Martell, mi princesa. Nací en Dorne, pero mi padre quiso que viniera a la corte — La dama replicó, restándole importancia, viendo como algunas joyas se veían con el vestido. — Le serví a su madre por un par de años antes de que me pusieran a su servicio, princesa. Lo mejor que me pudo pasar, si me lo pregunta.
Helaena sonrió ante las palabras, agradecía mentalmente como sus damas siempre eran tan amables y el cómo seguido le decían que agradecían mucho estar a su servicio. Aunque, saber que una princesa le servía como dama le parecía raro, se preguntaba que fue lo que causo que una princesa, una de Dorne para ser específicos, había llegado a algo tan bajo como ser básicamente la sirvienta de otra dama de su mismo poder. Algo inquietaba a Helaena, la Targaryen decidió que descubriría en ese mismo momento que era lo que realmente estaba pasando.
— Una princesa lejos de casa, sirviendo a otra princesa... qué raro — Comento Helaena con voz calmada, Dyana terminando de ajustar el hermoso vestido rojo. — Los de Dorne jamás han servido a la casa Targaryen, así que dime, ¿por qué siento que no me estás diciendo la verdad?
Myrah se quedó en silencio, alejando sus manos del cuello de Helaena que anteriormente había decorado con un collar de acero Valyrio. La albina despidió a Dyana por el día al notar la ausencia de una respuesta, terminando de acomodar su cabello ligeramente ondulado mientras esperaba a que la joven rubia estuviera fuera de los aposentos de la princesa. Cuando Helaena escucho la puerta cerrarse abofeteo a la mujer castaña, provocando que esta cayera al suelo, pues, no se esperó eso.
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𝓓𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 𝓤𝐍𝐈𝐓𝐄𝐃 𝓑𝐘 𝓕𝐀𝐓𝐄
RomanceLa princesa Helaena por fin será comprometida, pero no con quien se pensaba originalmente para ella. A sus trece onomásticos se tomó la decisión de una unión entre la tercera entre los hijos del rey Viserys I con el hijo de la heredera, Jacaerys Str...