⎯⎯⎯ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟐

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Una luna había pasado desde su primer vuelo con Jacaerys. Desde entonces el tiempo que pasaban juntos solo aumentaba, ambos descubriendo que disfrutaban de la compañía del otro. Esa tarde no era la excepción, la princesa Helaena se dirigía a encontrarse con el príncipe cuando un guardia la detuvo, haciendo una reverencia antes de hablar.

Princesa, el rey requiere de su presencia en sus aposentos — Anunció el guardia, haciéndose a un lado cuando Helaena se dio la vuelta para empezar a caminar, el hombre siguiéndola unos pasos detrás.

Helaena siempre encontraba una razón para visitar a su padre, le agradaba estar a su lado, especialmente cuando él trabajaba en su réplica de la antigua Valyria. Mientras caminaba se puso a pensar en la razón de su visita, no le molestaba, simplemente se sentía confundida, pues, pensó que el rey estaría ocupado, casi siempre lo estaba. Luego, echó un vistazo sobre su hombro, dudando. No solía pedir favores a los guardias o sirvientes fuera de su círculo de damas, pero debía asegurarse de que Jacaerys no se preocupara por su ausencia.

Por favor, avisa al príncipe Jacaerys que no estaré disponible por el resto de la tarde — Pidió Helaena con calma, levantando ligeramente su vestido celeste, en honor a Dreamfyre, para no tropezarse al subir las escaleras.

No será necesario, alteza. Los príncipes están entrenando juntos — respondió el guardia, deteniéndose en seco cuando ella se volvió para mirarlo, buscando algún signo de mentira en sus palabras.

Helaena se quedó quieta por un momento, sintiéndose avergonzada. Pedir un favor innecesario la hacía sentirse incómoda, pero volvió a darse la vuelta y reanudó su camino al notar la incomodidad del guardia. La caminata a los aposentos del rey no era larga, solo unos cuantos minutos. Pasó por los pasillos con paso rápido, sin querer hacer esperar mucho a su padre.

Subió otro par de escaleras y atravesó varios pasillos antes de llegar a la puerta de los aposentos del rey. Le pidió al guardia de la puerta que anunciara su llegada y se despidió del que la había escoltado con una leve sonrisa. Entrando en la habitación una vez que la puerta fue abierta, lo primero que notó fue la imponente construcción de su padre, con él trabajando sentado en una silla, en el centro del aposento, la visión le arrancó una sonrisa mientras se acercaba a él, haciendo una reverencia antes de hablar.

Padre, me dijeron que pidió por mí — dijo Helaena, sentándose en una silla cercana y alisando la tela de su vestido con sus manos.

Quería pasar el rato con mi querida hija, espero eso no sea molestia — Respondió el hombre que levanto su mirada para mostrar una sonrisa a su segunda hija.

Helaena simplemente se quedó observando la maqueta, la mayoría del tiempo era así. Ella lo visitaba, se quedaba ahí un par de horas y padre e hija mantenían una corta conversación, gran parte del tiempo la princesa contándole a su padre historias que leyó en algún libro nuevo o hablaba de sus sueños. Una rutina simple, pero que era muy importante para ambos Helaena y Viserys.

Era su forma de convivir, ambos disfrutaban de su propia paz y eso era lo que importaba para el rey e la princesa. Helaena pronto noto un libro, levantándose de su silla con cuidado para acercarse a paso lento, el libro estando hasta el extremo de la mesa que sostenía la construcción de su padre. Al tener el libro en manos lo examino con cuidado, pasando sus dedos por la portada con delicadeza. El libro era grueso y pesado a sus manos, luego la princesa observo a su padre.

No había notado este, ¿de qué trata, padre? — Pregunto la joven, mostrando el libro cuando el hombre se dio la vuelta para ver a qué se refería.

Ah, es sobre la conquista. Tu madre solía leerlo para mí cuando éramos jóvenes — Contesto el monarca con una gentil sonrisa en su rostro.

𝓓𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 𝓤𝐍𝐈𝐓𝐄𝐃 𝓑𝐘 𝓕𝐀𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora