⎯⎯⎯ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟗

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La luz del sol era potente esa mañana, Helaena no necesito ser despertada por sus doncellas gracias a eso, incluso si a la princesa no le agradara levantarse antes de lo que debería.

Aun así, la Targaryen se levantó de la cama e empezó a arreglarse ella misma, el silencio era más cómodo durante el día, pues, en la noche, la hacía sentirse tensa o ansiosa. Las doncellas entraron a los aposentos cuando la princesa se encontraba a mitad de su baño, junto a Dyana, que había preparado un poco de fruta, sabía que Helaena gustaba comerlas al despertar.

Floris Baratheon acaba de unirse a su servicio como dama, alteza — Anunció Dyana con calma, quedándose a un lado mientras dejaba a las doncellas trabajar en paz. — Según tengo entendido, será la futura esposa de Aemond y Lord Borros quiere que se acostumbre a la familia antes de que se anuncie el compromiso formalmente.

¿Mi madre está de acuerdo con eso? Que lastima, eso no pasará — Comentó la princesa, levantándose de la tina mientras una doncella envolvía su cuerpo con una toalla. — Una Rivers atrapará el corazón del príncipe sin un ojo.

¿Una bastarda? Eso es peor que casarse en secreto — Suspiro Dyana, el solo pensar el estrés por el que la reina consorte pasaría ya le causaba dolor de cabeza, se escucharían los gritos de la Hightower por toda la fortaleza. — ¿Por qué ningún Targaryen puede acoplarse al compromiso que se les otorgó?

Helaena soltó una risa, aunque entendía a su amiga, mientras los jóvenes príncipes podían romper sus compromisos tanto como quisieran, ella, una princesa, estaba obligada a continuar cuidando de su compromiso para que su reputación no fuera manchada, a menos de que le pasara algo antes de la boda. Algo ridículo, pero que era común en la corte de King's Landing, en ese punto de su vida ya estaba acostumbrada.

Mientras ellos sean felices, solo puedo apoyarlos, incluso si rompen promesas o rompen las antiguas reglas. Es lo que cualquier hermana haría — Respondió Helaena con una sonrisa. — Además, aún está mi hermano menor Daeron. Algo joven para Floris, pero funcionaria.

¿Acaso ha conocido a su hermano? — Dyana le dio una mirada a Helaena, notando como la princesa sonreía.

Tienes razón, ese niño prefiere usar una espada y volar en Tessarion — Helaena comentó con calma, siendo vestida con un hermoso vestido que destacaban los colores de su casa.

La Targaryen se vio a sí misma en el espejo de su habitación, el vestido es una creación majestuosa que evoca un aire de drama y opulencia. La silueta ajustada del corsé negro resalta la figura, mientras que el cuello en forma de V, adornado con un borde dorado acabada en punta, añade un toque de elegancia y refinamiento. Los hombros están adornados con piezas de bordado dorado, repletas de detalles delicados y toques de rojo, que resaltan la apariencia elegante del vestido.

La princesa terminó de arreglarse con unas joyas de acero Valyrio, algo que se había convertido en cosa de todos los días, para salir de los aposentos, dejando que su blanco cabello cayera suelto por su espalda. Normalmente, un grupo de doncellas caminaba a unos pasos atrás de ella, pero ese día solo llevo a Dyana, Helaena sabía que a las otras jóvenes no les agradaba, pero a la Targaryen le importaba poco, ella misma nombró a Dyana como su dama y servirá como una, sin importar nada.

Aparte de Dyana, y ahora Floris, le servía una joven de la casa Lannister y una de la casa Hightower, las chicas eran cercanas a la edad de Helaena y estaban bien acomodadas en la corte, además, se hicieron buenas amigas de la princesa. Las jóvenes de la corte no entienden a la segunda hija de Viserys, les parecía rara, como si estuviera loca, así que cuando Helaena consiguió unas amigas que no la juzgaban tanto como las demás se la pasó hablando de eso por días.

𝓓𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 𝓤𝐍𝐈𝐓𝐄𝐃 𝓑𝐘 𝓕𝐀𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora