El vigilante solitario Issei - High School DxD

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Capítulo 36 – Crisis hotelera – Rescate

3 de octubre, sábado, 19:05 horas – en los respiraderos, Hotel Entertainment

"Espero poder salir pronto. Quedarse en esta posición realmente no es divertido..." dijo Issei, intentando hacer lo posible por ignorar la incomodidad de su posición horizontal.

[Estoy de acuerdo. Realmente es un fastidio saber que mi anfitrión tiene que recurrir a escabullirse como un gusano cuando podrías enfrentarlo de frente] Ddraig estuvo de acuerdo.

"Sabes, no estoy seguro de cómo sentirme con esa declaración..." respondió Issei. Sintió que Ddraig se estaba burlando de él otra vez.

Issei sacudió la cabeza y siguió adelante. Había estado arrastrándose por un buen rato, tratando de buscar una salida. No sabía a dónde ir y no tenía intención de quedarse sentado (en sentido figurado) esperando a que Matsuda preparara el mapa más detallado, por lo que Issei decidió tomar la iniciativa.

En ese momento, el reloj de pulsera sonó e Issei lo cogió.

—¡Issei, lo logré! Phoebe acaba de escanear el lugar y crear el mapa. Mira tu reloj —anunció Matsuda con orgullo.

Issei miró la pantalla y se quedó asombrado. No solo le decía dónde estaba, sino también todos los detalles del hotel, como los pisos, las habitaciones e incluso las distintas personas que había en él. Es cierto que no pudo ver fotografías precisas de los lugares escaneados, pero eso también era bueno.

—Gracias, Matsuda. Te lo agradezco —le agradeció Issei a su amigo—. ¿Está bien Phoebe? Quiero decir, ¿qué pasa si los terroristas la descubren?

"No hay problema. Hice que se redujera al mínimo posible. No hay forma de que la descubran, a menos que tengan una vista aguda, si se molestan en revisar cada centímetro cuadrado del cielo en su vecindad inmediata", afirmó Matsuda con confianza, porque ¿quién en su sano juicio haría eso?

"Es bueno saberlo. Ahora, ¿cómo salgo de aquí…?", se preguntó Issei parcialmente, mirando el mapa.

Estudió el mapa y luego frunció el ceño.

"Según el mapa, deberías poder llegar a los vestuarios de la zona de la piscina. Esa es la mejor y más segura forma de salir de los respiraderos", sugirió Matsuda.

Issei permaneció en silencio.

—¿Issei? —preguntó Matsuda—. ¿Qué pasa? —se preguntó.

"Es... no importa... te buscaré más tarde. Nos vemos", colgó Issei.

Se dio un golpe en la cara.

—Sabía que debería haber ido a la izquierda en lugar de a la derecha… —murmuró Issei, mientras intentaba regresar por donde vino.

Resultó que había tomado un giro equivocado en el cruce y ahora tenía que volver sobre sus pasos.

Y al hacerlo, descubrió otro problema.

"¡Maldita sea!" maldijo Issei.

Las rejillas de ventilación estaban tan estrechas que no podía darse la vuelta.