El vigilante solitario Issei - High School DxD

37

Capítulo 37 – Crisis hotelera – Un drama de amor

3 de octubre, sábado, 19:48 horas – en la piscina cubierta, Hotel Entertainment

El cuerpo de Fritzchen seguía flotando en el agua. Para los demás pistoleros que estaban en el lugar de los hechos, no había duda de que estaba muerto. Sin embargo, eso no significaba que lo fueran a rescatar. Nadie tenía el tiempo ni la voluntad de hacerlo. En una situación como esta, no había tiempo para funerales ni despedidas.

Mientras duró su misión, ellos también lo hicieron.

Sin pestañear ni mirar atrás.

Fritzchen lo comprendía mejor que nadie, pero no podía hablar de ello.

Y así, su cuerpo permaneció en la piscina, flotando solo en el centro.

Sin que nadie ni nada lo supiera, algo nadó en el agua y absorbió a Fritzchen.

3 de octubre, sábado , 19:50 horas – en el comedor del Hotel Animación

"Oh, Dios mío... Esto es horrible..."

"Por favor, dime si hay una manera de salir de aquí".

"¡No podemos morir aquí! ¡Tienes que hacer algo!"

La multitud de rehenes suplicó a Issei, Sanma y Cat Fu que los salvaran.

¿Y por qué mendigaban?

Porque Issei les acababa de contar la situación en el hotel. Hizo que todos se reunieran y les dio un resumen general de lo que había sucedido. Se aseguró de no divulgar ninguna información sobre Matsuda o el Chopping Board Type 2. Solo mencionó a "un amigo que está al tanto de la situación".

Issei lo explicó así: los terroristas habían invadido y capturado todo el complejo hotelero y a las personas que se encontraban en él. Issei había logrado salvar a algunos rehenes antes de llegar a la cantina, pero con los pistoleros en alerta máxima no era posible escapar fácilmente. Había pistoleros patrullando los pasillos y vigilando a otros rehenes en otros lugares. Esto excluía una fuga a través de la entrada principal del hotel. Además, aunque había una salida a través de la entrada trasera de la cocina, los pisos superiores estaban vigilados por pistoleros, listos para disparar a cualquiera que saliera del complejo hotelero.

La reacción del público, por supuesto, estuvo lejos de ser positiva.

"¡Esto es lo peor!", dijo una joven y se desplomó en el suelo desesperada.

Otros rehenes se preocupaban, rogaban o descargaban sus miedos y estrés en Issei y, en cierta medida, en Sanma y Cat Fu. Estos dos últimos hicieron todo lo posible por calmarlos, pero fue en vano. Los rehenes rescatados suplicaban a Sanma y Cat Fu que hicieran algo con sus habilidades de Kung Fu.

"¡Por favor, te lo rogamos! Has derrotado a todos estos delincuentes en un instante. ¡Seguro que puedes ayudarnos! ¡Por favor, te rogamos que nos ayudes!", dijo un hombre en posición de reverencia.

Sanma y Cat Fu intentaron explicarles que, aunque tenían habilidades de lucha sobrehumanas, eso no significaba que fueran superhéroes. Afortunadamente, Issei captó su atención.