Capítulo 4
"¿Qué es lo que está pasando?"
El amor es una sensación tan agradable y curiosa. Es como si de alguna manera y por un breve instante todo estuviera bien, nada podría preocuparte o alterar el orden perfecto de las cosas. Empiezas a ver como todo encaja en su lugar tan detalladamente, como esas situaciones o eventos desastrosos que antes del amor hubieras deseado que nunca pasaran, y que ahora tienen un lugar importante en tu vida, pues te das cuenta que sin ello nunca habrías aprendido esa lección que ahora te permite disfrutar plenamente de la felicidad que te provoca dicho amor.
Yo me encontraba tan enamorado que, aquel sueño acerca de la luz y las horripilantes imágenes en mi cabeza, se volvió a repetir esa misma noche tras hablar con Julie, pero de una manera muy extraña y distinta. La brillante luz apareció espontáneamente de igual manera ante mí, pero ahora las imágenes que pasaban por mi cabeza fueron únicamente de amor, felicidad, amistad, compañía, empatía y confianza. Por esa misma razón esta vez no desperté y el sueño continuó.
Recuerdo que las imágenes pasaban rápidamente por mi cabeza y desaparecían conforme caminaba hacia la luz que todavía brillaba con gran intensidad. Al adentrarme a dicha luz me percaté que en realidad era una especie de puerta que te transportaba a un lugar bastante peculiar, con un piso totalmente blanco, compuesto de una gruesa capa de neblina que se extendía por kilómetros hasta donde alcanzaba la vista. El cielo era de un color anaranjado amarillento muy tenue y agradable que daba una sensación de paz y relajación. No había nubes, pero si un sol tan brillante como el que conocemos pero de color blanco, aunque éste no emitía ninguna especie de calor pues aquel lugar era ligeramente frío.
Al dar mi primer paso sobre la neblina, de inmediato noté la similitud con el suelo terrestre. Era firme como el concreto y liso como el mármol. Aunque a decir verdad, era algo confuso para mi estar ahí. Apenas lograba distinguir mis pies entre la neblina que se levantaba como tierra a cada paso. Además todo estaba tan silencioso, que el simple hecho de pensar en un ruido sorpresivo era espeluznante. Aun así, la curiosidad me llamaba a continuar así que proseguí con mi camino sin rumbo aparente.
Extrañamente no había nada a mis alrededores, más que pequeños residuos de neblina subiendo lentamente como el vapor del agua hirviendo, lo que además me dificultaba ver más allá. Hasta que, a lejos, pude vislumbrar lo que parecía ser un puente dorado, por lo que decidí ir hacia él.
Era increíble, jamás había visto algo similar, el puente dorado brillaba como un metal recién pulido, los rayos del sol lo iluminaban dándole ese encanto y atracción visual. Era tan enorme y majestuoso que no podía ver de dónde partía ni donde terminaba dicho puente desde mi posición.
—¡Que obra tan magnifica! —dije con asombro mientras mis ojos se mantenían hipnotizados.
Sin embargo, al bajar la mirada después de haber contemplado el puente, noté que debajo de él había gente, a unos 10 metros cuanto mucho. Había demasiada gente amontonada y apretada, vistiendo harapos rotos y rasgados de todos lados, sus pieles estaban llenas de heridas abiertas que escurrían sangre de ellas, y todo lo que hacían era levantar ambas manos dirigiendo la mirada hacia el puente con deseo, anhelo, pero con una especie de necesidad como si fuesen mendigos en busca de comida, intentando alcanzarlo, o tal vez intentando salir de ahí, no lo sabía.
Me acerqué caminando hacia donde estaban las personas, hasta que mis pies comenzaron a sentirse pesados como si me adentrara en tierra pantanosa, así que me detuve y vi de cerca a las personas atrapadas ahí sin poder mover los pies. Estaban atascados y sumergidos hasta las rodillas en una especie de densa niebla negra, donde además se podían observar evaporaciones rojas alrededor de todos los sujetos, era como si esta niebla fuese lodo hirviendo que quemaba sus piernas constantemente, pero era tan espesa que era imposible salir.
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El amor que dejaste atrás.
RomanceIan es un adolescente cohibido y solitario de diecisiete años, quien por eventos inexplicables encuentra al amor de su vida, Julie. Una chica extrovertida y popular, pero con grandes inseguridades que hacen que ella e Ian formen la pareja ideal. Un...