Un Juego Sin Reglas (Juan Pablo villamil & makis deángulo)

capítulo 23.

A, Makis te lo presento, él es Carlos Rivera, mi ex novio. Comentó y el mencionado Le regaló una sonrisa, a la cual ella correspondió al instante.

Mucho gusto Carlos, yo soy María Cristina, una amiga de Melisa y su compañera en el grupo. Mencionó tomando la mano contraria.

Oye ¿y qué haces acá?. Interrogó la castaña sonriendo como niña pequeña.

Pues vine a componer mi nueva canción con navalez pero no se me ocurre ninguna letra, Solo tengo la melodía. Respondió sonriendo de la misma forma.

Bueno ¿pero al menos tienes el nombre? Porque si es así creo que makis puede ayudarte, porque créeme que ella es una crack en esto.

La verdad es que no, pero lo que sí tengo es la temática, y quiero que hable de ese amor que llegó para cambiar tu vida por completo y tú quieres devolverle al menos alguna parte de lo que esa persona ha hecho por ti y sabes que él o ella se merece lo mejor. Relató el muchacho y ella no pudo evitar sentirse identificada con cada palabra que él decía, pues eso era exactamente lo que le había pasado; así que para ella no fue gran problema escribir la letra que Rivera cantó a continuación.

Tanto busqué, cuánto encontré, tanto perdí, cuánto gané
Tantos amores y desamores no hicieron bien
Dejándome el alma vacía

Llegas a mí para sanarme, para enseñarme cómo vivir
Quitas mis miedos, solo te importa hacerme feliz
Como nunca nadie lo hacía
¿Cómo he de pagarte por tanto amarme?

Perdón, quisiera bajar las estrellas
Para regalarte una de ellas
Que brille en tus noches y amaneceres

Perdón, no sé si me alcance la vida
Para siempre ser el calor que calme tus manos frías
Y siempre cuidar tu sonrisa

Tanta bondad, cuánta verdad, tantos abrazos fueron mi paz
Pintas el cielo, eres el tiempo, la tempestad
Que vino a cambiar mi sequía
¿Y cómo he de pagarte por tanto amarme?

Perdón, quisiera bajar las estrellas
Para regalarte una de ellas
Que brille en tus noches y amaneceres

Perdón, no sé si me alcance la vida
Para siempre ser el calor que calme tus manos frías
Y siempre cuidar tu sonrisa

¿Cómo he de pagarte?

Perdón, quisiera bajar las estrellas
Para regalarte una de ellas
Que brille en tus noches y amaneceres

Perdón, no sé si me alcance la vida
Para siempre ser el calor que calme tus manos frías
Y siempre cuidar tu sonrisa
Y siempre cuidar tu sonrisa

En cuanto terminó, Rivera abrazó a las chicas y así siguieron el resto de la tarde entre risas y otras cosas.

Bueno chicos, fue un gran placer componer con ustedes pero ya nos tenemos que ir. Habló makis en algún momento en el que habían visto el teléfono y se habían dado cuenta de que ya casi iba a anochecer y no querían llegar tarde a la casa, pues la azabache necesitaba descansar, además de que villamil se preocuparía demasiado si llegaba de trabajar y no las encontraba allí.

Bueno chicas, si quieren yo las puedo llevar. Ofreció Nabález levantándose de su silla.

No te preocupes, nosotras cogemos un taxi acá mismo. Respondió Melisa caminando hacia la salida seguida por maquis.

Bueno pero al menos déjennos acompañarlas hasta la salida. Insistió Felipe siguiendo a las chicas.

Está bien. Aceptó Makis y todos salieron del estudio a esperar el taxi que las llevaría hasta su casa.

De verdad me alegró mucho volver a verte Carlos. Mencionó Melisa sonriendo de oreja a oreja.

A mí también y espero volver a encontrarte muy pronto. Ante esas palabras, Melisa no pudo evitar sonreír, lo cual no pasó desapercibido para makis.

De repente, Rivera se acercó hasta Melisa e intentó robarle un beso pero ella lo alejó de inmediato.

Lo siento mucho pero yo estoy con alguien más y no puedo hacer esto. Habló la castaña mirando hacia otro lado.

No, Perdóname tú a mí; tienes razón, Yo No debí hacer eso porque al final de cuentas tú y yo ya no somos nada. Aceptó y después de eso, el silencio entre los cuatro era bastante incómodo, pues ninguno sabía qué decir para romper el hielo.

Un rato después el carro por fin había llegado y las niñas se montaron en él mientras que Carlos y Felipe subieron al carro del primer mencionado para ir tras ellas, pues tenían un presentimiento un poco extraño.

Ya en el carro la azabache decidió mandarle un mensaje a Villa para avisarle que ya iban en camino a la casa.

Por otra parte, Juan Pablo villamil y sus amigos estaban ensayando para un concierto que tenían en pocos días cuando de pronto, isaza recibió un mensaje de un número desconocido.

Con curiosidad decidió abrirlo y no pudo creer lo que se encontró.

Makis y Melissa se encontraban en el taxi cantando a todo pulmón la bachata de Manuel turizo cuando Melisa recibió un mensaje.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver quién era el remitente pero esa sonrisa se borró al leer lo que decía.

Isaza:

No puedo creerlo Melissa, dices que vas con María Cristina a componer con unos amigos y resulta que todo es mentira; eres una perra y no te quiero volver a ver. 7:30 pm.

La castaña no podía creer lo que había leído, así que simplemente lo llamó para que le diera alguna explicación sobre lo que había pasado para que él le escribiera eso pero él no contestó sus llamadas.

De pronto el conductor intentó frenar en seco, pues otro carro se les iba acercando a mucha velocidad pero no fue posible y lo único que sintieron fue una luz que cegó sus ojos y un fuerte impacto las sorprendió; después todo se volvió negro.

Juan Pablo villamil Cortés, ya deja de moverte por el amor de Dios que me pones nervioso. Pidió, más bien ordenó Alejandro al castaño quien estaba corriendo de un lado a otro en la sala.

Ay perdón Alejo pero es que no sé tengo un mal presentimiento; no sé qué pasa y... y... y... lo peor es que makis no contesta mis llamadas y eso me pone más nervioso. Respondió el nombrado con los ojos a punto de cristalizarse.

Isaza por favor trata de llamar a Melisa a ver si ella sí te contesta; yo sé que estás enojado con ella pero necesito saber si están bien. Suplicó el ojos verdes con la voz entrecortada.

Hey Papo cálmate, todo estará bien; no sé, a lo mejor es que Makis se quedó sin batería o no tiene señal. Propuso Simón para tratar de calmarlo pero nada daba resultado, pues pillamil tenía una punzada en el corazón, él sentía como si algo malo hubiera pasado y no se iba a quedar tranquilo hasta hablar con alguna de las dos chicas.

No, Melisa no contesta, su teléfono me manda directamente a buzón. Y con esas palabras del Juan Pablo mayor el menor terminó de derrumbarse.

Ay No, yo lo siento mucho mis perros pero me voy a mi casa, necesito saber si las chicas al menos están allá. Declaró y salió dispuesto a irse seguido por los otros tres, mas cuando estaba subiéndose al carro, recibió una llamada del número de makis, Así que decidió contestar de inmediato.

¡Makis!.

Disculpe ¿usted es el esposo de la señora María Cristina de ángulo Botero?. Interrogó una voz masculina del otro lado de la línea.

Sí, soy yo, Pero ¿quién es usted? ¿Y por qué tiene el teléfono de mi esposa?. Preguntó y esa punzada en el corazón se incrementaba cada vez más.

Lo llamamos del hospital central porque la joven María Cristina y otra chica llamada Melissa Robles están acá internadas, pues tuvieron un accidente muy fuerte, y lo lamento mucho joven pero ambas chicas están muy graves.