Zhan Zhao y Bai Yutang llegan a la prisión especial para pacientes para ver a Zhou Chen, un delincuente juvenil de hace treinta años.
Cuando se conocieron por primera vez, Zhou Chen ignoró a la multitud y se alejó, hasta que Zhan Zhao lo llamó "Zhou Anming".
Zhou Anming era el nombre del padre de Zhou Chen, el biólogo que, según la confesión de Zhou Chen, fue empujado al río y se ahogó.
Zhou Chen se detuvo y se volvió, evaluando a Zhan Zhao.
Treinta años habían pasado, y el delincuente juvenil se había convertido en un hombre de mediana edad ligeramente avejentado. El aura de Zhou Chen era sombría, y sus ojos estaban llenos de una astucia inexplicable. A primera vista, era un personaje muy difícil de tratar.
"Zhou Chen," Shi Wen le hizo una señal a Zhou Chen, "estos dos oficiales quisieran preguntarte..."
Antes de que Shi Wen terminara de hablar, Zhan Zhao agitó suavemente la mano, interrumpiéndolo.
Señalando las mesas y sillas a un lado, Zhan Zhao le indicó a Zhou Chen: Ven, siéntate y hablemos.
Zhou Chen no se movió, pero su mirada siguió a Zhan Zhao, quien había caminado hasta la mesa y se había sentado solo.
Bai Yutang no se sentó con Zhan Zhao, sino que se quedó a un lado, observando los alrededores. La alarma había sonado de repente hace un momento, y según Shi Wen, un prisionero había escapado.
En este mundo, sin importar qué prisión, no había mayor caos que un prisionero escapado. La coincidencia de que su primera visita a la prisión coincidiera con una fuga era muy inusual. Observando el comportamiento del director de la prisión Shi Wen en ese momento, él estaba más nervioso por la reunión entre Zhan Zhao y Zhou Chen que por el prisionero escapado. Había algo sospechoso aquí a primera vista.
Bai Yutang dedujo que cuando Shi Wen llegó justo ahora, deliberadamente le dio a su secretario un mensaje críptico, como "Aquí viene un invitado distinguido, prepara un té de primera calidad," o algo así, para poder interrumpirlos de preguntar sobre Zhou Chen.
A diferencia de la ansiedad de Shi Wen, el guardia de la prisión llamado Wu Lei sostenía un walkie-talkie y preguntaba sobre la situación afuera, curioso sobre qué prisionero había escapado.
Pero el guardia de la prisión afuera no respondió.
Wu Lei golpeó el walkie-talkie, confundido sobre por qué la persona al otro lado del walkie-talkie no estaba allí. ¿O estaba roto el dispositivo?
Bai Yutang miró su teléfono celular, y ya no había señal.
Todos los signos indicaban que esta no sería una reunión tranquila.
Bai Yutang permaneció alerta.
La atención de Zhan Zhao, por otro lado, estaba completamente en Zhou Chen.
Caminando hasta la mesa y sentándose, Zhan Zhao tomó una rosa que había sido cortada.
Esta era una rosa modificada, sin espinas, de múltiples cabezas, con capas de bifurcaciones en una sola rama y casi treinta brotes al final, que estaban envueltos en papel como un ramo. Los pétalos eran bicolores, con dos variaciones de naranja, una más oscura y otra más clara.
Zhan Zhao tomó la flor y la miró contra la luz del sol. El color de la flor era como el resplandor del atardecer, como una pintura de Van Gogh, intensa y salvaje.
Zhan Zhao miró a través de los huecos en las ramas de la flor a Zhou Chen, que también lo estaba mirando no muy lejos, y abrió la boca para decir, "El mismo principio."
