Prólogo

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"Tal vez parezca cobardía, pero prefiero mil veces romperme a mí, que tener que romper a alguien y luego vivir sintiéndome culpable".

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15 de marzo, 2021.
Barquisimeto, Venezuela.

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— Te ves hermosa, princesa.

Como un marioneta, sonrío ante las palabras de mi madre. Me veo en el espejo y no reconozco a la persona que se refleja allí.

Esa no soy yo.

La chica con un sencillo vestido blanco y un peinado bastante bonito, no soy yo. Solo es el resultado de mis malas decisiones y tal vez, de mi cobardía.

Mamá pone el velo en mi cabeza y me entrega el ramo de rosas blancas.

Es la hora. Voy a casarme y no estoy ni cerca de feliz o alegre. Por fuera demuestro todo lo contrario, pero por dentro todo está negro, marchito.

No quiero hacer esto.

Salgo de la habitación en dónde estaba y tomada del brazo de papá, camino rumbo al peor error que podría cometer en mi vida, pero del cual, no sé cómo librarme.

—¿Estás segura de esto?

Mi alma se fragmenta en cientos de pedazos con la pregunta de mi padre, ¿Qué si estoy segura? Pues no. Pero no tengo nada más qué hacer.

— Debo hacerlo.— respondo con una sonrisa, mi mirada al frente pero sin ver nada en particular.

Cuando me entregan a la persona que en unos minutos será mi esposo, los hilos que me mueven se ponen en marcha y me encuentro viendolo a los ojos con todo el amor del mundo.

Alguien libéreme. Se los suplico.

—...¿Lo aceptas como tu legítimo esposo, para armarlo, respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe?

No.

Sí, acepto.

Puntos blancos comienzan a aparecer en mi visión, pero las cuerdas siguen controlándome, mi cuerpo no responde a las señales de mi cerebro.

—¿Hay alguien que se oponga a esta unión?. Que hable ahora, o calle para siempre.

Aire. Necesito aire. El pastor sigue hablando sofocándome más de lo que ya estoy. Nadie se levanta, nadie interrumpe esta mierda.

Yo... Yo necesito que alguien me libere. Dios... Te lo suplico, ayúdame.

— Ahora los declaro marid—

Antes de que pueda terminar mi cuerpo se desploma en pleno altar. Mi mundo se vuelve totalmente negro y espero con todas mis fuerzas no despertar nunca más.


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Holaaa, holaaa.

Bien, aquí tenemos otra historia, esta es muy diferente a todas las que he escrito (o, estoy escribiendo).

Bien, solo espero la disfruten tanto como yo disfruto de escribirla.

Y esta pequeña nota es para dejarles unas advertencias que espero, lean.

1) Una historia para mayores de 18. Aquí se llevarán acabo muchos acontecimientos, como: asesinatos, suicidios, violaciones, alguna que otra escena sexual, etc.

2) Es pura imaginación, cualquier parecido con la realidad será coincidencia.

3) NO BUSCO ROMANTIZAR NADA, ESPERO QUE CADA QUIEN SEA SABIO Y NO VAYA A ANDAR DICIENDO QUE YO ESTOY ROMANTIZANDO LAS COSAS.

4) Me disculpan si hay errores o, en algún párrafo hay incoherencias. Trataré de dar lo mejor de mí en este libro.

Muy bien, sin más que añadir, me voy a dormir.

Muchos libros en físico y money pa' comprarlos.

Byeeeeeeeee.

Liberada [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora