Porque a Phoebe siempre la hacen ser miserable en las pelis.
Los personajes no son míos, esto es sólo un fanfic e historia que decidí hacer por diversión y mí gusto por el personaje.
:).
Era un día común, más aburrido de lo normal, pero transcurría con tranquilidad. Phoebe y Podcast se encontraban paseando por las calles, con algunas chucherías que comían de a ratos, hablando sobre cualquier cosa.
-¿Crees que no le agrade a _____?- Preguntó y luego tomó un puñado de gomitas ácidas. -No creo que sea eso-. -¿Entonces qué podría ser?-. -No lo se en realidad- Suspiró pesadamente. -Hay muchas cosas que aun no logro comprender de verdad-. -Mm...tal vez sólo no le caigo muy bien- Le restó importancia.
Phoebe no podía evitar recordar ese día en el que hablaban tan tarde, las palabras y relatos tan miserables que salían de la boca de esa encantadora chica con una clase de descaro odioso, era tan rara. Esa mezcla divertida de desgracia y gracia la volvían inolvidable para Phoebe, pero también le angustiaban esas cosas que no lograba decirle, las cosas que obviamente le lastimaban.
Aunque Phoebe ni siquiera entendía si tenían una clase de amistad o algo por el estilo.
-No quisiera afectar su amistad-. -Oh, no te preocupes Podcast, no se si hay una amistad para ser sincera-. -¿No son amigas?, pensé que lo eran..digo, parecen muy buenas amigas-. -Bueno, nunca me lo había planteado así, pero creo que sólo somos conocidas-.
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-Dime la verdad hija...¿Por qué sigues buscando problemas?-. ____ tomó un respiro fuertemente, quería ser menos cruel, pero se volvía loca tratando de encontrar una mejor solución. -No lo se-. Se resignó a responder, con la voz muy bajita, porque sabía que mentía y la culpa la carcomía. -Te lo he dicho todo el tiempo, se que no puedo reemplazar un lugar que no he tenido nunca, pero, dime qué es lo que te hace falta y podría intentarlo..- El dolor y la angustia mezclados en su voz, el desespero era notorio. -Nada más me hace falta, te lo prometo-. -¡Haz ido a la cárcel!, cada día que te veo tienes alguna marca nueva y sólo lo evades como si nadie más se diera cuenta-. Con dolor en su corazón tomó las manos de ____, su hija.
____ no había tenido una muy buena suerte, tal vez ni siquiera suerte alguna, al menos de esa que se dice buena. Después de haber perdido a su hermana, no le había quedado nada en realidad y fue así como llegó a Sara, la mujer de unos 60 años que había tomado su custodia, igual que con algunos otros niños en la misma situación.
-Yo no quiero hacer esto..déjame ir por favor-. Otra vez, ____ siempre le pedía que la devolviera a ese lugar, donde muchos esperan con ansias ser elegidos por alguna familia. -No, dime que es lo que sucede, todo va a estar bien lo prometo-. -No puedo..lo siento-.
Salió por la puerta, sin ninguna idea de hacia dónde iba o que haría fuera de casa, la casa que agradecía tener cada día. Pero, también la culpa la acompañaba, la hacía llorar todo el tiempo, porque siempre era doloroso lastimar de esa manera a la única persona que se preocupaba en las últimas por ella.
Aunque tal vez no era la única.
Recordó sus platicas con Phoebe, ese día en el que se atrevió a exteriorizar una de sus mayores preguntas, '¿podría haber algo más allá?'. Recordó su sorpresa al haber escuchado las palabras de Phoebe, sobre esa tal Melody..
"¿Y...es aterrador ver a uno?" "Depende en realidad" "¿Por qué?" "No se...debe ser la diferencia de un alma, si fuiste alguien horrible entonces también creo que serás aterrador en ese después" "Oh..entonces tal vez yo sea horrorosa" "No lo creo" "Me convertiré en un fantasma pronto sólo para contradecirte" "No digas eso..." ____ sólo reía. "Yo creo que tienes una alma hermosa".
La sonrisa que le provocó recordar esas palabras la alentaban a algo de alguna manera, algo bueno por primera vez.
